martes, 28 de noviembre de 2017

UNA PEQUEÑA HISTORIA, UN TEMA VIGENTE MÁS ALLÁ DE LAS FRONTERAS.-

                               Foto propia de marzo de 2016, y una anécdota simple y de vigencia comprobada e internacional.-
                         En la fecha mencionada, saliendo de misa apunto para tomar ésta foto....un señor añejo como uno me dice amigablemente y con evidente deseo de entablar un diálogo mas que nada : "sacándole fotos a las palomas??"..y acompañando con una sonrisa la humorada....
            "No", respondo, me interesa el anuncio porque veo se sigue usando en el Calasanz el mismo uniforme que lucíamos allá por las década del 50 y 60 cuando cursábamos  la primaria....
            Responde el interlocutor: "Y si, yo era de la contra, del Colegio San Antonio de avenida laPlata y Venezuela.....nos teníamos bronca entonces...."
            "Si, recuerdo bien algunos chispazos en la calle cuando nos cruzábamos con "otros delantales" que no sean el nuestro o el de los blancos de las escuelas "del estado"...
recuerdo también la competencia delos maristas,un colegio religioso de Rivadavia y Emilio Mitre, siempre se hablaba aunque eramos de primaria e imagino en la secundaria (que cursé en otro colegio religioso también) se habrá exacerbado el "litigio" entre camaradas...también del cercano San Carlos, de Hipólito Yrigoyen y Gascón...en fin..habría otros....
            Hace días comprobé la vigencia de éstas "broncas" entre pares de alguna manera.... paseando por Sansepolcro, una ciudad chica (16 mil habitantes) en Italia, escucho gritos entre alumnos de un colegio religioso en pleno centro de la ciudad, hostigando a alumnos de otro colegio par que pasaban por las inmediaciones del patio de deportes del primer instituto...me acordé de los relatado sobre lo conversado en la puerta del templo de Calasanz en la avenida La Plata con aquel veterano, como uno, camarada del colegio San Antonio de Almagro....
            Todo cambia aunque algunas tradiciones subsisten dándole color y material para el recuerdo sin edad ni fronteras.-mc
                  
                 

domingo, 26 de noviembre de 2017

VIVIR EN LA CALLE PICHEUTA, UN EJERCICIO NADA BANAL......

                                  Arteria absolutamente secundaria en el nomenclador porteño; una calle más, como hay miles, no cometeré el exceso de calificarla como excepcional en algún sentido ni sobrevalorar su existencia y menos aún a quienes fueron o son vecino de la misma; gente común, muy gente y común en el buen sentido, nada que condicione su existencia(de sus habitantes de hoy y los de otrora) el haber sido o ser vecino hoy de una calle entre miles en una ciudad entre miles en el mundo.-Así abandonamos la superstición de que puede una mínima geografía como es una calle entre miles de un conglomerado urbano condicionar o influir en un designio o destino; aunque, debí encontrar un motivo para hablar de mi calle, en la que me crié, la calle donde estaba mi casa de la infancia y si  bien no determina como decíamos arriba, si es una práctica "nada banal" como titulamos, una manera de hablar de una calle más entre miles que tiene el mínimo logro de haber sido "nuestra calle de la infancia", y ésta si no es un experiencia banal por lo menos para uno, digamos.-
                 Picheuta sufrió amputaciones y subsiste en un despropósito geométrico irredento y  sin solución.- Vamos al tema en cuestión:
            Nacía en Rivadavia (del otro lado Parral), perpendicular y enhiesta en pleno Caballito y rumbeando hacia Pompeya, a mitad de camino entre la plazoleta de Primera Junta y Acoyte-José María Moreno.- Expira su traza al 2000 contra lo que era un blanco y humilde tapial de una casita en la calle Somellera.- Producto de la lógica evolución dirían los sabios de la esquina, esa casita sesentista se transformó en elegante y remodelada al estilo porteño hacía fines del siglo pasado, con alguna escalera a la planta superior (existente entonces pero como acceso a una terraza donde lucía una piecita "como de soltero" o algo así), algún motivo selvático y luces que embellecen y resaltan el deseo de diferenciarse y "adquirir un aspecto propio e intransferible", que no es ni condenable ni mínimamente merecedor de crítica alguna, simplemente es y con eso basta y ennoblece el afán de superación expresado en mínimos detalles a veces.-
                Picheuta nacía en Rivadavia y se truncaba su derrotero en Salas, reapareciendo a los 100 metros pero como continuación de Centenera, que nacía en la plazoleta antesdicha (Primera Junta) y al arribar a Asamblea seguía como Picheuta sin antes cruzarse en diagonal hacia su izquierda donde reaparecía Centenera (es complicado y sólo estando en el lugar se puede comprender tal esperpento urbanístico).- 
              Aunque, el tramo desde Rivadavia a Salas allá por los años sesenta (1963) cambió de referencia; pasando a llamarse San José de Calasanz el tramo inicial, desde  la gran avenida a Salas.-  Quedando Picheuta desde Asamblea a Somellera exclusivamente y con el galimatías mencionado de ser continuación impropia de Centenera cuando ésta sigue a 30 metros del empalme para terminar luego de algún meandro en Riestra, en el puente Alsina.-Calma, hay que verlo en el terreno, las palabras son medio insuficientes.-
    Encima sus paralelas cambian de nombre al llegar a avenida Cobo;no así Centenera, que es como una arteria importante, tampoco Puan ni Picheuta, razón hay y es atendible, terminan estas dos excepciones luego de escasos 100 metros en Somellera, sería un aporte más a la confusión reinante haberles impuesto un nombre distinto en el tramo final de sus recorridos de por si saltimbanquis y erráticos.-
             Picheuta, la esencia de éstas líneas y un nombre que resuena inevitablemente sorprendente para quien escucha el fonema por primera vez; denomina un paso cordillerano en los Andes, por el que atravesó la tropa del Libertador en su marcha hacia el Pacífico en los albores de la patria.- Nombre araucano seguramente, cuando en alguna oficina o dependencia debimos mencionarla al fijar nuestro domicilio, inevitablemente despertaba desde sorpresa hasta risa llana y procaz: la primera sílaba es fuertemente sugestiva, las 3 últimas letras otro tanto,demás está mencionarlas.- Desde un "qué?", hasta una sonrisa y una duda, "como dijiste?"...Picheuta.."ahh..Pichueta??"...no (melonazo), (deja de cargarme), Picheuta,calle Picheuta.."ah...sii..es en Barracas,creo, no?"...no.. Parque Chacabuco.."ah..que bueno".lindo el parque"....y reteniendo la risita, "y qué número de Picheuta ??".... historia reiterada de final cabrón para éste interlocutor.-
               Picheuta el de  la Casa Braga en la esquina de Asamblea, escenario de mis primeros largos allá por noviembre de 1961, enfrente Casa Beige, el paraíso de la "damitas elegantes" de entonces; a metros la casa de deportes, adelantada a la época; antes de Balbastro (bajando hacia Cobo), la casa de  Juan Bautista Tigui, médico y letrista de algunos célebres tangos; el pasaje Caperucita de Centenera a Picheuta (espero ningún cráneo del gobierno de la ciudad se le ocurra cambiar su nombre);debo reiterar la recomendación con el pasaje El artesano, ni se les ocurra cambiar su tierno nombre; la barra de la esquina con Saraza, parada cuerva aún hoy; a metros la lechería "La Vascongada" con un gallego de etiqueta (con uniforme caqui), que sobrevivió a la extinción de las lecherías de barrio hasta los años setenta; en el número catastral 1925 la Lechería de Humberto Paterno, centro de la barra de Picheuta y Zellarrayán, donde paraban mi hermano Luisito, el turco, Fortino, muchos muchachos del barrio  por los años 40 y 50 y Alberto Morán (en realidad un grandote, joyero de profesión dela calle Libertad, fana del flaco que cantaba con Pugliese, y que amenizaba las noches de verano entonando "San José de Flores", "Pasional" y otros himnos moranísticos(si se me permite el término); llegando a Somellera y final de Picheuta Juan Carlos Picciani que jugaba tan bien al fútbol y murió demasiado joven; su hermana Eva, morocha esbelta y musa de otro amigo del barrio, Luisito el Truji.- Y decenas de amigos y anécdotas, imposible y tedioso de mencionar en breves líneas.- 
          Dos clubes ornaron las horas muertas y ya no están; el Club Ciclista y Social Picheuta, fundado en el cruce con Zañartú, transferido a Zellarrayán al 1300 y fenecido hacia fines de los cincuenta; amenizando con box, patín, ciclismo y portentosos bailes de carnaval; el club El télegrafo, un club casi de vereda....no contaba más de 25 metros cuadrados su esmirriada sede en el cruce con pasaje El artesano; organizaba carnavales en la calle, show artísticos, palo enjabonado en la columna aún enhiesta, carrera de embolsados, y otras actividades pasibles (y obligadas) de ser representadas en la vereda y calle; subsiste aliado a un vecino, siendo ahora Club Crisol-El telégrafo unidos, en inmediaciones, Saraza casi Beauchef.-
              Tuvo la calle su libro, "Picheuta, mi calle", de Marcelo Carboni, no otro que sobrino de éste escriba.- 
               Como último mojón rescato una imagen indeleble: las noches de estío con decenas de vecinos en las veredas con sus sillas y sillones hasta bien entrada la madrugada esperando "que refresque"...lo que eran esas tormentas nocturnas¡¡¡  ; grupos de pibitos yendo y viniendo, entre ellos mi vieja en su sillón de mimbre y claro, éste "recuerderista" de intrascendencias casi siempre.- mc