martes, 3 de octubre de 2023

BARILOCHE A LA VISTA.- Nota 4.-


                                    Y finalmente el objetivo primario en la mira...... Bariloche con su orla de magia y ensueño.- Ya en aquellos años 60 era muy famosa y deseada la ciudad rionegrina recostada sobre la cordillera.- Destino hacia mediados del siglo XX de mieleros, lentamente pasa a ser la ciudad del estudiantado y la juventud.-

                      Finalmente llegaban aquellos 6 mochileros del Instituto Nueva Pompeya y que pronto serían 5, la retirada de Luis por el "mal de la nostalgia" quedó en ese exclusivo caso, siendo que todos extrañaban, no existían llamados telefónicos al estilo actual y la correspondencia vía postal con algunas líneas era el único vínculo con la familia en cada  cada uno.-
                   Un Isotta-Fraschini transformado en una inmensa coctelera fue el transporte elegido por economía para llegar a la meta programada, y la ruta de ripio y polvo el escenario de esa experiencia que incluyó un fugaz paso por El Maitén y por El Bolsón, ya visitada profusamente por juventudes  que adhería al ideario hipppie.-
                  Bariloche, Centro Cívico, ruta al Llao-Llao y un rincón junto al lago Nahuel Huapi a 1500 mts. del centro, mas allá del hotel Vuriloche y frente al Vivero Stein.- Una entrada en chanfle y el sitio elegido ya con algo de experiencia en el trance de "mochileriar" por el sur.- Bajo dos árboles y protegido por ellos el acampe de las dos carpas, sitio para las mochilas dentro de las mismas y algunos cacharros y otros objetos fuera de aquellas carpas "caseras" producto de la necesidad.-
                Y a ocupar el tiempo.-Largas caminatas por el centro comercial, por algunos barrios ya medianamente populosos, la plaza de la ciudad, conversaciones con vecinos ocasionales.- Algún viaje en micro de corta distancia al famoso hotel, conseguir frutillas y grosellas en las propias plantas, pescar truchas de invalorable recuerdo e inolvidable sabor, recoger leña, un bien siempre escaso y tarea que era aliviada con el "hurtillo" de piezas de dicho elemento de un pequeño depósito de las mismas en una galería del Centro Cívico perteneciente a la policía de Río Negro (gracias muchachos !!, la necesidad tiene cara de hereje a veces....) , escuchar en la Spica celeste forrada en cuero emisoras de radio de la ciudad, sentados en un árbol trunco en el ingreso al escenario elegido anotar patentes de autos que pasaban por la ruta, jugar a adivinar qué marca de autos asomaría de uno y otro lado, soportar algunos días de lluvia, viento y frío en el encierro de la carpa, disfrutar de sol y buen clima otras veces, exponer al sol luego de días de humedad y lluvia mochilas y bolsas de dormir al sol, preparar la comida de olla mayormente utilizando arroz, o polenta o fideos, zambullir  caballas o mejillones para saborizar la monotonía del menú.- Lavar utensilios, alguna ropa ligera que llevaba mismo destino, en fin, las tareas simples y rutinarias de la vida que  también es vida; y aburrirse, compartir silencios, momentos de soledad colectiva entre los 5 mochileros del colegio de Nueva Pompeya.-
                    Caminar por las calles del centro, cruzarse con algunos egresados mochileros y no mochileros, entablar alguna ocasional conversación con chicas coetáneas en clima de la época, visitar alguna iglesia que encontraban al pasar en las caminatas.-Maravillarse por la naturaleza andina en sus paisajes únicos para bonaerenses.-
                  Un domingo de esparcimiento en la ciudad.- En circuito callejero frente al lago, una carrera de autos locales donde sobresalía un taxi Chevrolet 400 que los restantes días llevaba y traía pasajeros barilochenses.- Era el de mayor hinchada y ganador finalmente de la curiosa competencia en plena ciudad .-
                       Eran otros tiempos, el viaje de egresados con destino a Bariloche luego viró a ser una extensión de la vida en las grandes ciudades.- Viajar mas o menos confortablemente, hospedaje en hoteles  de variadas estrellas y diversión programada: boliches, bebidas, bailes.- Alguna excursión a las maravillas que ofrece la zona pero muy distinto a los viajes aquellos "artesanales".- 
                  Lenta y ansiosamente se acercaba la fecha de la vuelta a casa; en medio de la satisfacción por la empresa asumida llegaba el turno de la vuelta al barrio, la casa, la familia.-
                 Como buen viaje de regreso de vacaciones un insoportable tedio, que ocultaba si la satisfacción por la conclusión sin inconvenientes serios y acumulando una experiencia  única.-
                  La entrada a Buenos Aires luego de soporíferos dos días de viaje en el Roca desde Bariloche a Constitución, la ropa sucia, un hambre de "comida hogareña" y los bolsillos flacos sin remedio.- La conclusión de la etapa educativa secundaria y un porvenir planificado e impredecible.- 
                          Constitución, entrando de espaldas al camino desandado parece mas grande que nunca, gigantesca y atractiva, inabarcable, sorprendente, acorde con el destino primero de Buenos Aires gran capital de las pampas.- Un cartel que todavía retumba por lo contradictorio: una flecha y la frase "trenes hacia adentro", apuntando a los andenes, inversamente un cartel "trenes hacia afuera" apuntando hacia la inmensidad; podría interpretarse exactamente al revés, "tenes hacia adentro" del país, y "trenes hacia afuera" los que apuntan a los bordes y más allá el exterior.- Fin del viaje, comenzará otra vida para cada mochilero del colegio de Nueva Pompeya.- mc
P.D. : la imagen muestra a 3 de los 6  viajantes: Roberto, dardo y Javier.- Magistral recuerdo sobre un vagón del trencito de la Trochita, indicando de Esquel a Ing. Jacobacci, imagen de los inicios del viaje, cuando fueron de Ing. Jacobacci en Río Negro a Esquel en Chubut.- mc


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