Fue siempre un sitio de cierta frescura medioambiente, construído en su derredor con otras comodidades de la casa, fue un "alivio" en días de estío y también un ambiente acogedor en invierno.- La casa con zaguán gozó de cierto prestigio, al dedicar algunos metros cuadrados a un ambiente "de paso", le daba un plus a las calidades de una casa.-
Como era un sitio "de paso" y no "de estar" era el ideal para refugiar las escaramuzas de las parejitas que constaban con un integrante de la familia en su haber en cada caso; generalmente la niña del hogar recibía y frecuentaba algún lapso de tiempo en ese ambiente tan inmune al control paternal en la mayoría de los casos.- Era con el tácito acuerdo de sus mayores que "la parejita" o "los tortolitos" en palabras de otros tiempos se prodigaban mutuamente y en todo sentido en ese espacio hogareño.- Siempre estaba la chance de ser sorprendidos por el padre o madre controladores (no hay sistemas perfectos) para "ver si necesitaban algo" (los chicos) vaya si recurso eufemístico y célebre.- Cuando avanzaba la relación crecían los controles aunque para no verse incomodados, el padre o madre a sabiendas de encontrarse con actitudes supuestamente "indecorosas", si necesitaban "truncar ciertos climas", carraspeaban y marcaban el paso para alertar de su propia presencia.- Y cuando avanzaba la relación y confianza invitar al huésped a la cena familiar.-
Había un cierto escalafón en las relaciones entre noviecitos, un capítulo era acceder por parte del varón al zaguán para "platicar" más tranquilos y lejos de las miradas y las lenguas del barrio.- También era un sitio de "avistaje" para otros integrantes de la familia si los hubiere: la abuela, el hermanito, el tío/tía, amigos de la familia, a partir de los cuales podrían "contribuir" al "control" de la situación y aportar a la opinión que generaba la relación, constituyéndose dos bandos, una especie de "grieta" que el tiempo resolverá.-
El zaguán constaba de una doble "mirada", una si parte desde la puerta de calle, otra de la puerta cancel, los sonidos de ambas puertas estaban muy optimizados en los oídos alertas de los integrantes de la parejita.-
"Prefiero que estén ahí, y no dando vueltas en la calle, a merced de un loco o un degenerado", "sueltos en la calle es más caro, un café, una golosina, son muchos gastos diarios", "la nena sabe bien sus límites", "esta es una casa decente, no un burdel", "el muchachito me prometió mesura en todo sentido, es un caballero en ciernes"; avanza la relación y surgen otras razones: "prefiero estén dentro de la casa, con nosotros, y no en ese zaguán donde no hay donde sentarse siquiera", clara muestra que el zaguan queda chico para los ímpetus desatados y se pasa así a una nueva etapa en el "escalafón romántico".- Lo cierto es que ahora, súbitamente, todo aquello que propiciaba y de a pie el zaguán, ahora se desenvolvía en un sillón de confortable hechura, la marea ya es incontenible; "no se gana para preocupaciones".-
Foto: Calle Zuviría en Parque Chacabuco.- Foto propia.-
La relación avanza y deja para el recuerdo el zaguan, otros aires alientan a la parejita, otro tema sin duda.- mc
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