De aquel memorable y muy vigente "A media luz", de Edgardo Donato con letra del poeta y comediógrafo uruguayo Carlos Lenzi ,al actual modismo de vincular personajes de la política nacional a la mención del noble animalito ha pasado de todo.- Hoy es común mencionar en algunos casos apellidos muy famosos adosándoseles la calidad de gato aunque peyorativamente y no ligado a alguna propiedad ni buena ni mala del inocente y popular felino doméstico, si no por otro vínculo que dilucidamos al final.-
También de los años 20 y grabado por Gardel registramos "Micifuz" (Enrique P. Maroni), un hijo de changarín del Constitución que "echo buena" y enredado en la noche (cocaína incluída) es rey de la noche rodeado de bataclanas y a quien define como "gato de albañal" y más piadosamente "gato de azotea".- "Compadrón" de los años 20 y de Enrique Cadícamo menta un gato aunque más por exigencia rímica.-
Manzi también aportó ("Gato", con música de Edgardo Donato) lo suyo al tema y define a alguien "gato" en una letra no difundida pero que tiene el sello del genial letrista de tangos; define su "gato" como alguien que aparenta aquello que no es, porta su "disfraz" y "su chatura es un standard que circula en la Babel"; cierra con un lapidario diagnóstico: "Prototipo de mediocre, sin ideal ni sentimiento, y arrastrado por los vientos como un trozo de papel".- En "Mano a mano" (Enrique C.Flores) el gato es un gato de verdad (encima maula) que "juega con el mísero ratón", como la fulana destinataria del tango que juega con los morlacos y sentimientos de su mishé.-
"Cualquier gato con tarjeta se las da de gran señor..."
de "Camouflage" (José García), en la línea de "Gato" y "Micifuz).-
Cacho Castaña es más piadoso con el noble animalito y lo incluye en su "Café la Humedad" ", confesando .."y sólo cuento con la compañía de un gato/ que al cordón de mi zapato lo destroza con placer..." Bueh..una buena para un gato ya famoso, el de Cacho....
En general la presencia de animales en general y en su versión domésticos es escasa en la amplísima letrística tanguera.- Y el gato sin faltar en el tango también escasea y a ésta altura podemos clasificar su presencia entre las menciones al gato en si( aunque sea de porcelana en "A media luz) y las menciones al gato cuando se adosa a alguien el aditamento calificativo de gato, como calificativo negativo viendo lo dicho por Manzi y otros.-
El lunfardo, compendio del habla regional de Buenos Aires y su extensión a otros sitios preferentemente urbanos del país y la región del Plata, también aporta para enriquecer el conocimiento sobre el término gato.-
Gato: ladrón nocturno; campana externo en acción delictual; prostituta de hotel; prostituta en general; meretriz; "pobre gato": indigente o persona careciente; gato=peluquín (por su semejanza externa); crique-gato levanta vehículos: por deslizarse por el piso como los gatos debajo de los vehículos.- Y una buena , por fin¡¡, el gato como género: Gato le decían a Astor Piazzolla (sobre todo Troilo), a Barbieri el músico de jazz,a Dumas el célebre cocinero, y a tantos.- En estos ejemplos la calidad de ágil, rápido, sagaz y dinámico de los gatos va unida a las capacidades reconocidas en quienes nombramos, no sólo identificando lo dicho sino también el talento comprobado sin vueltas por quienes lo mencionaban de tal manera, su círculo íntimo y diario.-
Según muchos especialistas el origen del término remite al señor que esperaba en la puerta del cabaret, salón nocturno o teatro de revistas a las señoritas que laboraban en el lugar; estaban parados y firmes como un gato, o mas específicamente, era el que gatillaba (pagaba), el del gatillo, la reducción a gato como apócope es fácil inferir en la situación descripta; luego extendióse a la señorita misma a quien esperaba el gato, pasaron a ser ambos gatos, simbiosis, mimetización o que, serían otro tema.-
La jerga delictual también tiene a la palabra "gato" reservada un espectro de acepciones: es el "punto" a victimizar, el destinatario de un delito preparado por los forajidos, al sujeto a victimizar se lo denomina entre otros tantos término como "gato".- También es el sirviente del capo en la ranchada del penal, el último en el escalafón del presidio, es el sirviente, de aquí se deslizó al uso actual ligado al nombre de algún político.-
En definitiva,el término gato en las acepciones lingüisticas que pueden rastrearse en el tango y en el lunfardo además de describir ciclos y momentos, está como todo el habla en constante transformación y dinámica.-
La utilización mas menos novedosa del término gato acompañado por apellidos de gobernantes, políticos o funcionarios tiene el manifiesto sentido de adjudicarles servidumbre hacia determinados mandantes, lo que se entendería más cercana a la utilización del término a la que se implementa en el ambiente carcelario entre dos personas con distinto y opuesto rango convivencial.- Sería la acepción más acorde con la actual vinculación de un nombre propio acompañado por el calificativo gato.-mc
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