Se fue Dardo, el doctor (médico) Campominosi, Dardo para sus compañeros del bachillerato del Instituto Nueva Pompeya entre los años 1961 a 1966;
la imagen nos muestra a Roberto Dicmonas, Dardo Abel Campominosi y Federico Javier Bayá junto al tren de laTrochita,de Esquel a Jacobacci en enero de 1967 durante nuestro viaje de egresados; habíamos viajado también Luis Somaglia, Juan Carlos Blanco y quien apunta para la foto con una antigua maquinita, Mario Carboni.- Estuvimos durante 40 días mochileriando por Esquel, los lagos del Parque Futalauquen y Bariloche, en empresa organizada artesanalmente en tanto confeccionamos nuestras mochilas (6),bolsas de dormir (6) y carpas(2),y emprendimos el viaje en tren combinando el Roca con La Trochita (401 kms. entonces, de Jacobacci a Esquel).- Toda una hazaña buscada y que nos marcó en nuestros 17 años algunos, 18 para otros, y Dardo Abel que acude a nuestra memoria intacto con su compañerismo que fue bohonomía y lealtad de grande y mayor.-
Lo recuerdo en aquellos primeros días del secundario cuando presumíamos de grandes en marzo de 1962,con nuestros "largos" (pantalones) de apuro ("con los cortos no voy al colegio" coaccionábamos a nuestros padres); Dardo de aspecto aniñado y de pantalones cortos (el único) sorprendía y llamaba a decirle "pibe, esto es el secundario,te equivocaste de colegio...)...ya con las clases demostró rápido ser un estudiante aplicado con envidiable desempeño escolar..... en los recreos jugando(nos) a morir al fútbol con chapitas de gaseosas que se deslizaban veloces y precisas sobre el flamante piso de cemento alisado del novísimo colegio (fuimos la tercera promoción de bachilleres al finalizar en 1966)....integrando fervorosos equipos representativos del curso en "desafíos a quien cuadre" y donde nuestro mayor logro fue la pasión por jugar y no ganar casi una constante.- Desembocando en el CANP, Club Atlético Nueva Pompeya, incierto "club" con sede en nuestra generosa imaginación,con camiseta color azul francia con vivos en blanco y mangas cortas, un juego de camisetas de 7 unidades de ignota campaña precedente y comprado a un ocasional amigo de la esquina de Mom y Chilavert.-
Y siempre Dardo fogoneando cada iniciativa adolescente que encendía espíritus y democráticas tertulias en los recreos y luego de las clases de gimnasia, coronadas éstas invariablemente por un buen partido de "rompe y raje", con la savia fresca de los años pre-juveniles aún.-
Dardo alumno, impecable estudiante de "cero dificultad"; su familia, gauchos (como él, de Boedo) las idas a su casa de alto en Del Bañado y Esquiú, la organización del viaje de fin de curso, su padre Ruben que acercó con su auto a algunos de los seis "excursionistas" a Constitución sobre la entrada (lo tengo fotográficamente presente) de la calle Brasil, al encuentro del tren que nos esperaba a metros, sobre andenes bajos y 48 horas de viaje hasta Esquel , la primera posta, adonde llegaríamos previo transbordo a la Trochita en Jacobacci y 401 kms de polvo y meseta, arroyos, curvas y contracurvas, puentes de épica construcción, de viento, frío y fauna autóctona a la vista, con la que intercambiábamos miradas de asombro (nosotros más que ellos) ante tamaña soledad (entonces como hoy).-
La vuelta en febrero de 1967 luego de 40 días, y el sinsentido que viviendo en Buenos Aires no volveríamos a vernos hasta 2015 cuando nos encontramos como se encuentra casi todo el mundo por estas estribaciones civilizatorias.-
Un martes a la noche entre el Centro Navarro de Moreno y Colombres y su casa-bohardilla de Almagro, junto a Daniel y a Juan Carlos,vueltas de café y licor, recuerdos, un apurado truco y la promesa de volver a vernos pronto.-
"Ya no juego a la paleta con los muchachos", la cena en el Navarro, alguna pena ensordinada que se escapaba de sus ojos (no estamos exceptuados y cargaba yo un problema de salud morigerado posteriormente).-
Comentarios sobre la actualidad política del país, su posición jugada al ciento por ciento y la polémica sana, abierta, democrática y bienintencionada de un espíritu humanista como el de Dardo, las diferencias tonales y un diagnóstico (médico al fin) esperanzador y celebrado "no cambiaste nada, gordo (vendría ser yo) , sos una buena persona como cuando eramos pibes...) frase textual de Dardo que resuena desde entonces en mis oídos..."como vos, cuervito..." agregué en el momento y hoy.... coincidiendo en que con sus falencias (y lo señalamos a coro) la educación recibida en nuestro colegio de "curas de Pompeya" (además de la familiar en cada caso) sin ser ideal ni perfecta, ayudó a "hacer buenas personas".-
Y aquella noche de martes, del Centro Navarro a su casa-atellier, sus cuadros y la promesa de volver a vernos que ya no se cumplirá, por lo menos en ésta dimensión; en la ultra terrena el misterio y la incertidumbre quedan pendientes en éste periplo de inolvidable trajín donde la figura de Dardo estará invariablemente unida a la dicha de haber conocido a un gran pibe, luego hombre, siempre amigo, compinche y querido por todos quienes lo conocimos.-mc
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