Llegó la murguita de Villa Real...Real..Real..Real...
tomándose en joda la vida real....
con chistes, canciones, con imitacioooooones....
salga a la vereda, no importa si está en piyama o camiseta...
Son estrofas de una bella y poco conocida canción de hace 40 años, creada e interpretada por su autor, Alejandro Del Prado, un artista poco divulgado y que podría enmarcarse en el género de rock nacional con influencias del tango en temática y en el estilo cantable en sus creaciones.
Además, y sobre todo, narra la canción una práctica habitual en los barrios porteños aunque en desuso; y que consistía en un grupo de algunos pibes, disfrazados con ropa vieja generalmente, que salían a recorrer el barrio con algún bombo o un redoblante, o algún tacho de hojalata para hacer el ruido imaginable, interpretar alguna canción conocida y lo principal, encontrar su público en aquellos vecinos que por la tardecita ya ocupaban su vereda "para tomar fresco"; en época de carnaval generalmente, con el pacto tácito de recibir alguna paga, unas monedas o billete a manera de reconocimiento al esfuerzo de los pibitos que así se hacían la diaria.-
Hoy sería una práctica casi imposible: sobre todo por no estilarse sacar las sillas y ocupar la vereda; fue una práctica aquella de los pibes de entonces, más o menos habitual en carnavales y por parte de pibes de barrio y subsistiendo hasta entrados los años 60.-
El acierto de Del Prado (autor de otros temas muy famosos, "Los locos de Buenos Aires", "Marcha de la pelota", entre tantos ) es narrar una práctica que según creo no tiene antecedentes en la música popular; es decir, creo, es la única canción con un leit motiv como el que describimos arriba.- Pone como sujetos de la canción a aquellos pibitos sin equivalentes hoy.-
El hecho ubica la acción en el barrio de Villa Real , un muy pequeño barrio limítrofe con Versalles y con Villa Devoto, es claro es o fue el barrio del autor, aunque la acción puede fijarse en cualquier barrio porteño.-
Y en nuestro barrio de Parque Chacabuco hubo una murguita tal, muy humilde, con escaso repertorio pero con ganas de agradar y "tirar la manga" al final de la "función".-
No sé se otras, pero me tocó integrar una murguita que en carnavales salía como describimos arriba y recorríamos con entusiasmo las calles (veredas más bien) hasta completar "la diaria" imaginada.-
Así es, recuerdo si al impulsor de ésta y otras prácticas tendientes a "juntar unos mangos", se llama/ llamaba Antonio Souto, era del barrio y vivía con su madre y una hermana mayor; auténtico "busca", impulsor también de organizar rifas valiéndonos de una cartulina dividida en 100 cuadritos donde los "clientes" elegían el número para el sorteo de Navidad, el más codiciado y famoso entonces, hablo de finales de los años 50 e inicios de los 60.- Habremos organizado rifas en un par de oportunidades, tengo presente dos premios: una cortina de baño para la ducha, y otra un acolchado para dos plazas; y lo más curioso, ambos artículos los ganó una misma persona; un año jugó para Navidad el 15, se le entrega la cortina; el próximo año rapidito vamos a verla, y la muy cabulera señora elije ("poneme 15 al revés"), vendido el 51..... y gana también en esa Navidad.- La vecina vivía sobre JM Moreno, y es la madre de un conocido periodista deportivo que trabajó muchos años con José María Muñoz.-
Algo más sobre aquella murguita "manguera" que integré junto a Antonito y otros pibes del barrio hacia fines/inicios de los 50/60; recorríamos el barrio hasta Asamblea y Curapaligüe, yendo escalonadamente desde avenida Cobo, y donde divisábamos vecinos hacia la tardecita ocupando sus veredas en aquella costumbre tan porteña y barrial de "tomas fresco" en la vereda; a veces ligábamos algún matecito o un vaso de agua o soda fresca para templar "a los artistas".- Nuestro disfraz eran generalmente rezagos de nuestras propias casas, ropas caídas en desuso, avejentadas y "dadas de baja" por nuestra madre, allí pasaban a integrar nuestro vestuario.-
Sobre Alejandro Del Prado vale citar que es hijo de un humorista gráfico muy famoso en los años 40 y 50, Calé su apodo, y fue el autor de un corto muy reconocido intitulado "Buenos Aires en camiseta", un pionero de los dibujos animados en el país, además de una intensa obra en diarios y revistas promediando el siglo XX.-mc
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