El tango en tanto danza acompañó su surgimiento (del tango como fenómeno integral) a inicios del siglo XX refugiado en piringudines y salas de baile donde se camuflaban actividades prostibularias (eran legales las casas de cita, aunque por razones contributivas y de control sanitario, abundaban los "clandestinos", mencionados en poemas varios entre otros de Julian Centeya) en una ciudad de crecimiento aluvional, con un alto saldo en número de varones solos en una urbe receptiva de jóvenes mayormente de origen campesino desde una Europa en crisis pre y post Gran guerra (1914-1918).-
La danza entre varones (los muchachos de la esquina: institución porteña desde siempre) en plena calle fue un antecedente del arrasador empuje del tango aún embrionario a comienzos del siglo XX; en conventillos, en "casitas" (en realidad "clandestinos" de variadas formas) muy famosas y la posterior aprobación de la alta sociedad vernácula que entre atónita e ignorante le daría su aprobación y el ingreso a los grandes salones, a aquella danza mestiza y marginal, orillera y tremendamente rica en sensualidad y proyección.- Esa aristocracia variopinta afirmada en cierto abolengo patricio y una marcada prepotencia de nuevos ricos, era el sector más activo a partir de su papel económico agro-exportador en épocas de escasez alimentaria en los países europeos; la tenencia de la tierra era su sello legitimador y consocios del capital industrial procesador de origen extranjero, más el monopolio político con procedimientos (fraudulentos) entrados en crisis a partir de la Ley Saenz Peña de 1914; los usos y costumbres culturales eran su integración al mundo "civilizado" que se importaban desde París preferentemente; la procacidad del tango y su mundo, la lascividad de su danza, la marginalidad de sus acólitos tuvieron su cuarto de hora con la "aprobación" de la metrópoli cultural por aquellos años: París; más la indulgencia del Vaticano que "convalidó" la danza finalmente en un mundo donde la palabra o el silencio de Roma
eran tenidos muy en cuenta, provocando un vuelco fundamental que benefició al género en plena genesís conceptual y de explosión creativa en calidad y número de creadores y acólitos.- Es así que se produce la adopción del tango sin trámite ni inventario por parte de los estratos predominantes y "bienpensantes" del Plata como manifestación autóctona donde la procacidad
pasaría a segundo término, y lo importante era ser "reconocidos" y adoptados (aunque "temporariamente") por el jet-set europeo, como fugaz entretenimiento(etéreo fenómeno autoconsumido) tendiente a esfumarse tan repentinamente como surgió.- Los artistas del tango rioplatense eran aceptados en los círculos artísticos europeos aunque como "curiosidad" y cierto exotismo al presentarse disfrazados de lo que no eran ellos personalmente, pero debían "responder" al estereotipo cultural asignado al presentarse como "gauchos" (raramente urbanos), el mismísimo Gardel cedió a la exigencia arropándose como no lo haría en el Plata.-
La danza animada por conjuntos en vivo en grandes salones de la época en Buenos Aires, pasaban a ser fuente de trabajo y desarrollo profesional para numerosos artistas.- Grandes hoteles, teatros (aún el Colón) le dieron centralidad y entidad al tango y su danza.- La aprobación disimuló las aristas pecaminosas de una danza de burdel asumida por sectores bienpensantes que encontraban un emergente autóctono imperfecto, pero legitimado por la etérea y caprichosa (y eso bastaba) París y otros centros europeos del espectáculo ultramarino .- El desarrollo del rubro fue exponencial: surgen músicos, orquestas, orquestadores, compositores,letristas, se incorporan instrumentos de viento y de percusión, surgen estribillistas que le dan rostro y letra a veladas de jerarquía entre aristócratas y reos de variado pelaje, ligando un producto mestizo y orillero ahora en contacto con los detentores del poder económico y político.- Sería un camino sin retorno de democratización con Yrigoyen, el lapsus de los años 30,y los fenómenos de los años 40 cuando por varios factores se consolida un fenómeno cultural llamado tango, sin retorno posible.-
En los años 20 y comienzos de los 30
el surgimiento de la radiofonía,más la reproducción magnetofónica que permitía "llevar" la música al ámbito hogareño, los derechos de edición y las giras por todo el país dieron lugar a una industria del espectáculo de proyección inimaginable en un campo sin límites ni techo.-El cine parlante contribuirá grandemente en un metier donde texto y voz son vehículos entre la creación y destinatarios.- Buenos Aires Montevideo y Rosario fueron el campo de despliegue tremendamente promisorio que encontraba respuesta a una fertilidad y mezcla social llamada a trascender.-Esos centros poblacionales, no casualmente puertos los tres, pasaron a ser el sitio donde el embrión del tango no podía más que germinar definitivo,vigoroso y original.-
Otros factores concurrirían inevitables al despliegue ya inevitable de una gesta en desarrollo:se consolidan aquellos viejos reductos del arte payadoril y criollo en nuevas formas: serán los cafés del centro y los barriales en variados formatos que suman adeptos y generan un creciente número de profesionales del metier que aportando innovaciones que enriquecían un movimiento en contínuo crecimiento cuali y cuantitativo.- Surgen corrientes ricas en variedad que derivan en fenómenos dentro del más amplio del tango que asistirá pronto una eclosión impar en la historia de la cultura argentina.-
El tango ya era central en la industria cultura de las tres urbes del Plata; pero faltaba completarse con la indispensable masividad.- Llegarían los años 40, la década de oro del tango.-
Circunstancias económico-político sobre todo en Argentina coadyuvaron a la explosión del tango en los años cuarenta.- Los creadores del metier tanguero estaban en condiciones de cumplimentar la demanda.- Sobradamente se consolidan nombres en el aporte letrístico, en el musical e interpretativo.- Estallan estilos musicales fieles a los cánones del tango, solistas y cantores con sello propio,creatividad intensa en compositores y letristas, orquestas por doquier con intensa actividad laboral, músicos que se desdoblan integrando mas de un conjunto ante la intensa demanda, y la proyección de una actividad regulada por asociaciones de reciente creación que salvaguardan el trabajo y la creatividad: surgen gremios y Sadaic; la actividad no depende sólo de los avatares de una bohemia impenitente.-
La actividad creativa e interpretativa del tango adquiere la masividad imaginable para un fenómeno cultural único.- Otra vez la danza como en los piringundines y las esquinas, los patios y los salones en las dos primeras décadas del siglo aportaría grandemente al incorporar como protagonistas (al bailar tango) a las personas que sin ser artistas basaban su protagonismo en ser diletantes del tango.- El ser "tanguero" ya no sólo comprendía al diletante de un género musical autóctono y sus letras afines, ese "tanguero" ahora era protagonista, anónimo y vital convirtiendose en bailarín de club barrial que debemos multiplicar por cientos de miles en todo el país, a donde llegaban orquestas en vivo, nacían otras pueblerinas y que con las grabaciones de los grupos mas exitosos provocaron una eclosión singular e irefrenable.- La masividad abría un abanico que enriquecería al género para siempre.-
La radiofonía y la discografía, más el acceso a los centros populares de diversión y esparcimiento en los clubes que brotaban por los barrios y en pequeñas ciudades, permitían la masividad y el protagonismo en la práctica danzante del tango.- Los bailes de carnaval y las actuaciones en aquellos clubes acrecentaron un fenómeno multiplicado que le dieron consistencia y vigor al tango;al tango de los años 40, valorado como nunca y puesto como paradigma del éxito del género que luego declinaría y debería enfrentar otras realidades que sin someterlo, lo han depreciado en una lucha de plena vigencia hasta hoy.-
En definitiva, el tango además de ser danza, es la conjunción de prácticas como la musical y la letrística, más la sumatoria de condiciones objetivas histórico-políticas en un marco de disponibilidades tecno-científicas que permitan el desarrollo del fenómeno en totalidad.- La masividad del tango adquirida en los años 40 resume esos factores en una proceso único por trascendencia y vigor,aún admirable en su aporte cada vez que escuchamos manifestaciones de aquel tiempo irrepetible.-mc
Foto: clásico baile en algún club porteño en los años 40.-m
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