No es novedad, los animales en general ocupan un papel importante en las letras de tango; no todas las expresiones literario-musicales presentan ésta característica tan notoria y de manera tan variada; el tango es ese género que insospechadamente es recorrido por un amplio espectro de especies vivas que conviven con el hombre y sus problemáticas: la amorosa, la lúdica, la laboral y sentimental articulados entre si, el hombre y los animales.-
Infinidad de especies constituyen títulos en tangos instrumentales, o son parte de la trama en letras de tango.-
Las especies mas variadas y exóticas del ambiente bonaerense y pampeano aparecen en la música criolla,uno de los antecedentes del tango, que colectará luego en la guardia vieja y así sucesivamente, constituyendo parte del tronco genético de la música del Plata.- Gran herencia luego acotada, al delinearse el tango música urbana por antonomasia; pero está en sus genes todo aquello tan rico y sustancioso del criollismo finisecular.-
El caballo es seguramente el más asiduamente referido en variadas formas y tramas en la letrística tanguera.-
Aparece en historias de amor de pareja; en gestas lúdicas donde se dirimen competencias (turfísticas o de cuadreras) entre semejantes y en las que el hombre toma partido o preferencia; en la expresión sentimental sobre tal o cual especie, y en el mundo del trabajo donde su fortaleza y docilidad (en el caso del caballo) lo constituye en instrumento clave del quehacer productivo.- Y hasta en la representación simbólica de los "caballitos de calesita" y en los de juegos de niños.-El caballo aparece omnipresente en el tango como ningún otro animal, también en el habla de los porteños o de los hombres del tango; es frecuente escuchar la palabra pingo asociada a alguien noble y leal, o caballo para alguien frontal y sin tapujos, potrillo referido a alguien joven y sin experiencia, hasta yegua/güita sobre alguna fémina guapa y bien parecida, aunque también tiene una acepción denostativa pero que resalta su condición ascendrada de mujer independiente y fuerte.- Hasta el más reciente yeguon, mentando a varones guapos y apuestos.- Citemos el término potro/a, potranca para la mujer experimentada y atractiva, hasta padrillo rememora el mundo del equino generoso y cumplidor, cuando se habla de ancas no equinas tiene clara reminiscencia,pingazo,aumentativo de la calidad de pingo, en fin, fuerte la influencia del caballo y su especificidad en la vida de los hombres.-
Vamos a lo más concreto de las letras de tangos disponibles y de seguro general conocimiento.-
El caballo entreverado en tramas de relaciones de pareja hombre/mujer tiene innumerables ejemplos; tomamos en primer término dos tangos antipódicos.- El célebre "Manoblanca" de Homero Manzi donde el carrerito al mando de su carro celeste apura el tren de sus caballos Manoblanca y Porteñito en procura del encuentro con su amada en la "esquina del amor del carrero": Centenera y Tabaré.- Apura el paso porque "esta noche me esperan sus ojos en la esquina de..." Apoteótica descripción de exhultante brillantez.- Su contracara será "No te apures Carablanca" de Carlos Bahr, obra equivalente en calidad y expresividad ".. no te apures Carablanca/ que no tengo quien me espere/ como entonces, cuando iba/compadreando la alegría / de ser feliz"...Son la contracara, imágenes no únicas, sino reiteradas en otras producciones donde los sentimientos del dicente (un carrero) se entremezcla con el camino y la administración del tiempo.- Obras de los años cuarenta ambas y del más puro cuño tanguero y ciudadano.-El primero de 1941, el de Bahr de 1942, sin pretenderlo quizás sus autores comprenden un tandem perfecto en todo, por los nombres incluso de los caballos y las circunstancias.-Un antecedente memorable será "El carrerito" (1928) de Alberto Vaccarezza, donde tambien juegan el apuro por llegar al corralón donde " ..un chiflido alerta" y "la china abre el portón" del corralón.- Aunque termina invirtiéndose la alegría del principio en el apuro por llegar, con el desinterés previsible de algún cortocircuito amoroso al final de la jornada.- Aqui los "pingos" serán Chiche, Moro y Zaino.-
"Gajito de cedrón",de Alfredo Navarrine, de los años veinte donde un "atrevido" gaucho vive varias y cambiantes peripecias entre bailes puesteriles e idas y vueltas con la china en anca entre besos robados y algunas interferencias.-
"Temblando" (1945) de Charrúa, describe un encuentro entre una damita de "vestidito livianito de zaraza", un patio de campo, un árbol y su corteza testimonio del encuentro, y una ida del lugar "monte a caballo/ y me fui galopiando (sic) a rienda suelta", enternecedora descripción valorizada con algo de misterio que trasunta el encuentro y el final.- Es sintomático como toda éste fenómeno de la letrística tanguera ligada a los caballos y las circunstancias que apuntamos, tiene su final creativo sobre la mitad del siglo XX y casi enteramente; cambian las circunstancias históricas y el caballo no acude más a la inspiración de los letristas, resentimiento aún en los casos de tangos ligados al turf.-Obvias las razones.-
Vamos ahora al caballo en el mundo del trabajo y su reflejo en los tangos.-
Están los ligados al trabajo de transportista con carros tirados con caballos, los ligados al servicio de cuarteador y el de los cocheros que transportan pasajeros en coches afines.-
Los tangos vistos que hablan de carreros ("Manoblanca", "Carablanca", El Carrerito) pertenecen a éste grupo en tanto describen a transportistas de mercaderías variadas y sin especificar.-
Sobre cuarteadores son pocos pero notorios y hacen hablar a aquellos cuya tarea es aplicar una cuarta de remolque a otros carros empantanados provisionalmente en caminos y en calles y así devueltos a la acción, una faena tipicamente pampeana.-
El más famoso, y con nombre y apellido es el tango de Enrique Cadícamo (1941) "El cuarteador", allí don
Prudencio Navarro el servicial compañero del "overo de anca partida" y percherón que, según Navarro: "hoy que el carro del amor se me encajó/ no hay uno que pa' mi tenga un tirón." Agrega "ni mi overo me saca de este zanjón"Doble trajín el del hombre.-
"Nobleza de arrabal" (1945) de Homero Manzi, quien pone en boca del servicial hombre del suburbio: (es)"mi lujo de cuarteador/ Rocin feliz de crin azul/ famoso por todo el sur".- Feliz con su china en su ranchito de Alsina, de donde solo "temo que la muerte/ me saque de éste rincón".-
Gran habilidad de los letristas para trasladar situaciones del diario acontecer a cuestiones del corazón.-
"Milonga en rojo "1942) de J. Gonzalez Castillo; aqui la maestría del notable comediógrafo , poeta y letrista logra una descripción minuciosa de un vendedor callejero de sandías ,al frente de su carrocon su"overo cansino", logrando hilvanar una rica relación metafórica entre el rojo de la pulpa de su mercancía, la boca de una mujer , y un rojo tajo en el corazón.- Prosapia autoral.-
En los referido al mundo del trabajo llegamos al cocherito, al transportista de pasajeros en coches con tracción a sangre.- "Viejo coche" (1926) de Celedonio Flores.- Otra acabada muestra de reiteradas relaciones metafóricas entre la vida de ambos, el cochero, el cliente, y los avatares de la noche y de la vida.-
Concluímos ésta parte con "El pescante" (1934) de Homero Manzi.-Otro cochero de Buenos Aires, el empredrado de Constitución, la calle Callao, una yunta innombrada y una zurda domesticadora de un "redomón" y algunas "priendas"; aunque el cansancio final de tungos y cochero auguran un final solitario y triste.-mc
Continuará.-
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