domingo, 24 de septiembre de 2017

DE ANIS A LAVANDINA.....ECOLOGÍA ARTESANAL CUANDO NI EXISTÍA, CASI, LA PALABRA.-

                              Milagrosa botellita del anís mas popular por mitad del siglo pasado en Argentina.- Anis 8 Hermanos, en sus versiones dulce con etiqueta roja, seco con etiqueta oscura como se ve en la imagen.- 
                            Fue parte de la historia en muchas casas con su densa casi aceitosa textura aunque dulce y de 
profundo sabor a anís.- 
                          Los anises más famosos eran españoles pero muy caros,éste reinaba vernáculo y soberano en las mesas argentinas.- Estaba el anís Bols también, pero el rey era el de los hermanitos curitas de la etiqueta, fabricado por Freixas hermanos (serían ocho??).-
                              Lo tomaba mi nonna Benedetta y quedaba chispa-chispa la tanita.- Lo tomamos todos, en su casa y en la nuestras.-  Furtivamente empinábamos el codo de apuro en el  "aparador" donde "reposaba" la botellita generando el comentario de la vieja al descubrir el affaire: "como baja el anís....no sé que pasa aquí.."
                            El 8 hermanos y otras botellas tenían en los años 50, y comenzando los 60 una utilidad extra: eran utilizados por los fabricantes de lavandinas para verter su mercancía.- En el barrio estaba La Petiza del pasaje La galera, emprendimiento del famoso Fu-fu (su padre era funebrero en la avenida Cobo), con Juan (santiagueño vecino de Cobo) como co-equiper y repartidor, llenando las botellas con manguera y de a una, etiquetas y a repartir....
Utilizando las botellas de la mayoría de licores de la época para envasar sus productos en incipientes empresas caseras y artesanales de artículos de limpieza.- La Petiza era la versión barrial de la líder, la marca Balcarce, que estampaba su etiqueta de papel impresa en rojo en las más variadas botellas que cayeran en sus manos.- Compraban sus piezas a los "recuperadores" de entonces, identificados como cirujas en el arte de convertir en útil lo desechado.-
             Así Balcarce etiquetaba y llenaba con su mercancía las botellas más variada: las de sidra eran mayoría sobre todo al comenzar el año; usaban  también los envases de Reserva San Juan, Boussac, el barrilito de Hesperidina, y anís 8 Hermanos, inigualable con su número 8 en relieve en su botella rectangular y de grueso espesor.- 
                 Hoy sería un pastiche de marcas y mensajes muy cool y moderno; fue un aquelarre pre Di Tella por aquellos años 60 no reconocido ante la serialidad impuesta en elementos de uso masivo como envases desde luego y hasta hoy....el más vanguardista artista plástico no igualaría la mezcla y metamensajes contenidos en esos estantes de almacenes con botellas de variados brebajes convertidos en contenedores de agua lavandina común para la higiene de los hogares porteños.-
             Cada cual tendremos nuestra pequeña historia sobre el fenómeno hablado: me mandaban (eran los famosos "mandados") al kiosco "de la viuda", una señora con portentoso kiosco en Centenera casi Somellera, a donde acudía con pesada bolsa cargando botellas vacías y volvía a casa con la misma bolsa mas pesada aún con las botellas llenas de lavandina...luego llegarían los envases plásticos, mas livianos, mas chicos, descartables y todos iguales.- Aquello era un festín para la vista con tantas botellas de bebidas alcohólicas, aunque llenas de lavandina.- Luego la serialidad, los sachets y otras "ventajas para el ama de casa".-Todo pasa y cambia, para mejor o no, pero algo queda, como estos recuerdos medio chuecos pero tales al fin.-mc

                      

sábado, 23 de septiembre de 2017

RECUERDOS DE UN DÍA DEL ESTUDIANTE.-

                            Estoy señalado en la imagen con una flechita casera  incorporada al original hace añares.-
                           Recuerdo eso si algunos detalles de aquel día en la quinta San Agustin en Canning.- Hoy, avatares indeliberados me hacen casi vecino de aquel predio desolado en medio de la casi nada, hoy sitio de alto valor inmobiliario y pletórico de shoppings, palabra y experimento desconocidos entonces.-
                  Fuimos con un micro de los que se utilizaban para retirar y devolver a alumnos a sus casa cada día del ciclo escolar en el Calasanz.- Eran micros algo vetustos ya, y rumbeamos por Riccheri, algo distinta a la actual, enfilando por la Jorge Newbery, hoy tramo de la autopista a Cañuelas, e identificada erróneamente como "la 205",era si el nexo entre la Riccheri y la 205 (como aún hoy), pero denominada como decimos arriba; clásica ruta simple de dos manos, y sazonado el trayecto (resuena aún en el recuerdo)con aquel clásico intemporal: "chofer, chofer, apure ese motor....."
                 Calor intenso, sol abrasante en Canning, futbol, corridas, entusiasmo a raudales, la vianda personal en cada caso y mi estreno de un bidón de plástico en color blanco con naranjada marca Fanta en su interior...aún hoy cuando percibo su aroma me trae reminiscencias de aquella excursión cuando recuerdo haber bebido por primera vez aquel producto, nuevo en el mercado por entonces.-
                Veo mi imagen y reconozco pantalón de confección casera, obra de mi madre,modista de profesión; remera blanca de las tipo camiseta interior, variante de las tipo mallita.- Zapatillas de marca vernácula sin la pomposidad imperante por estos tiempos; se usaban entonces blancas o azules, y las marcas eran Pampero o Conga, que no utilizaban seguramente ( o si, pero no era argumento de venta ) las estrellas  deportivas del modesto jet-set telúrico de entonces; compuesto  como hoy por atletas de variadas disciplinas, amateurs o profesionales de modesta condición que necesitaban trabajar en talleres y comían suculentas ravioladas en sus casas los domingos al amparo de padres y familia, y como recomendada previa en el caso de futbolistas, al partido de la fecha.-
                 La vuelta a casa mucho antes de la caída del sol.- Ni mas o menos felices  que hoy, un primer día del estudiante con pares, de 4to. grado entonces en la primavera del 59.- Las preguntas de rigor en casa, qué hicieron?,qué comieron?, la pasaron bien?....estás muy colorado...no tendrás fiebre, no?...no, sólo ganas de volver allí.-mc

domingo, 10 de septiembre de 2017

COLEGIO Y TALLER, COMBINACIÓN NADA DESDEÑABLE EN LOS AÑOS 50 Y 60.-

  
                        "Cuando trabajar de niños era un orgullo y no un estigma..."
                    Tema controvertido el del trabajo infantil, ideal para opiniones absolutas cuando debiéramos inscribirlo en el contexto en el cual se da cada circunstancia personal e histórica.-
                        Los niños de las décadas de mitad del siglo pasado, en muchos casos, trabajábamos  pero sin el estereotipo luego impuesto por organismos internacionales donde el sujeto considerado es el niño sometido a condiciones oprobiosas en sociedades atrasadas e injustas.- Nuestro caso era distinto; relatándolo podemos calibrar su alcance y ponderar experiencias individuales y colectivas.- Ahí vamos...
                 1959 y un año de inflexión, cursando 4to. grado en el Calasanz y en doble escolaridad, paso a ir y venir del mismo en colectivo; además comienzo a trabajar o "algo así" en un mínimo taller de aparado de calzado en el pasaje Clemente Diez de Medina, casa y taller de Agustín, que vivía con sus padres italianos del sur y cultivadores de una pequeña pero fructífera "quintita de inmigrante", amén de ser don Vicente el colchonero del barrio y alrededores.- Trabajar, una manera de decir, eran solo dos horas de 5 y media a 7 y media cada día y la mañana de los sábados.- De allí salió mi primer sueldo, en verano y vacaciones de invierno con dedicación exclusiva; unos pesitos para mis gastos durante dos años; entre cañas y capelladas, hilos y cemento de zapatero la idea no era otra que evitar "la calle" en exceso y encaminarse en el aprendizaje de un oficio; vino luego unas semanas en un taller de electricidad del automóvil de Zañartú  y Senillosa, donde limpiaba piezas y acercaba herramientas, también cebar mates, a don Egidio Iorio su titular, encaprichado en que aprendiera el oficio.- En el receso entre primaria y secundaria en una fábrica de medallas de oro en Centenera y Balbastro.- Con Juan Carlos dorando y puliendo costosas medallas que gráciles veinteañeras ( grandes para mi entonces) calaban y hermoseaban casi tanto como ellas, y para quienes representaba una especie de mascota a proteger (la demanda eterna en estos casos ante las féminas).- La disyuntiva, ganaba bien con 13 años, trabajo o secundario? ambas cosas pero con otros menesteres que ocuparían menos horas, la vuelta a los zapatos.-
                 Más allá de la anécdota precisa el sentido entonces era dual: sacarnos de "la calle", un poco si, pero no en exceso, entendían en casa; el otro impulso era dotarnos de un oficio o especialidad, herramientas para desenvolvernos a futuro, tomar contacto con disciplinas de trabajo, mínimas pero útiles y necesarias para siempre.- Eran  aires de época que si no generales, si se imponían en el marco de barrios de clase media-baja y media-media en el Buenos Aires de los años 50 y 60, y con el antecedente de pertenecer a familias donde el trabajo era el sino básico y crucial en la vida; todo cambia y luego y aún hoy se imponen otros parámetros sobre el tema "trabajo infantil".- Pero, bueno, es mi experiencia inicial y adquiere por tanto valor y significación.-,c
                 
                    
                    

viernes, 8 de septiembre de 2017

PORTAL CLÁSICO Y ENTRAÑABLE.-

                                         Colegio  Calasanz, por lo que observamos decidido a un conservacionismo útil y pródigo.- Esta puerta sobre Senillosa 854 es la misma que atravesaron generaciones de escolares durante décadas- Hubiese sido muy fácil modernizar el acceso algo angosto y no ajustado a las normativa de poseer un acceso con rampa.- Pero es clásico, y enaltece el respeto al tiempo transcurrido; con criterio contemporizador el Coliseo romano y otras construcciones en aquella ciudad interpondrían vetustas moles de alrededor de dos milenios que complican el tránsito (caótico desde hace 100 años con ese otro imperio, el del automóvil) y no sólo por razones de incentivo al turismo, aluvional desde hace 70 años y no más en la  capital italiana; idéntico criterio podríamos extender a las grandes ciudades europeas.-
                 Lo nuestro es mucho más  humilde y llano: por esa puerta barnizada sin falta, a través de esos escalones torneados por el tiempo y ese angosto portal iniciaron cada años cantidad de alumnos su primaria en el Calasanz; paisaje mínimo y sencillo para el terror dibujado en miradas de niños que pasaron por el colegio.- Miradas auscultadoras de padres al  entorno  receptor de sus preciados hijos.-
                   Esa chapa catastral con el inalterable "854" más la placa de bronce con la denominación del sitio son un paisaje clásico e indeleble grabado en nuestra conciencia.-Lo experimenté desde marzo de 1955 hacia adelante hasta 1961, pero ya estaba tranquilo entonces y era como la otra puerta de mi propia casa.-mc

lunes, 4 de septiembre de 2017

FALLECIÓ UN AMIGO, DARDO ABEL CAMPOMINOSI, QEPD.-

                       Se fue Dardo, el doctor (médico) Campominosi, Dardo para sus compañeros del bachillerato  del Instituto Nueva Pompeya entre los años 1961 a 1966;
 la imagen nos muestra a Roberto Dicmonas, Dardo Abel Campominosi y Federico Javier Bayá junto al tren de laTrochita,de Esquel a Jacobacci en enero de 1967 durante nuestro viaje de egresados; habíamos viajado también Luis Somaglia, Juan Carlos Blanco y quien apunta para la foto con una antigua maquinita, Mario Carboni.- Estuvimos durante 40 días mochileriando por Esquel, los lagos del Parque Futalauquen y Bariloche, en empresa organizada artesanalmente en tanto confeccionamos nuestras mochilas (6),bolsas de dormir (6) y carpas(2),y emprendimos el viaje en tren combinando el Roca con La Trochita (401 kms. entonces, de Jacobacci a Esquel).- Toda una hazaña buscada y que nos marcó en nuestros 17 años algunos, 18 para otros, y Dardo Abel que acude a nuestra memoria intacto con su compañerismo que fue bohonomía y lealtad de grande y mayor.-

                   Lo recuerdo en aquellos primeros días del secundario cuando presumíamos de grandes en marzo de 1962,con nuestros "largos" (pantalones) de apuro ("con los cortos no voy al colegio" coaccionábamos a nuestros padres); Dardo de aspecto aniñado y de pantalones cortos (el único) sorprendía y llamaba a decirle "pibe, esto es el secundario,te equivocaste de colegio...)...ya con las clases  demostró rápido ser un estudiante aplicado con envidiable desempeño escolar..... en los recreos jugando(nos) a morir al fútbol con chapitas de gaseosas que se deslizaban veloces y precisas sobre el flamante piso de cemento alisado del novísimo colegio (fuimos  la tercera promoción de bachilleres al finalizar en 1966)....integrando fervorosos equipos representativos del curso en "desafíos a quien cuadre" y donde nuestro mayor logro fue la pasión por jugar y no ganar casi una constante.- Desembocando en el CANP, Club Atlético Nueva Pompeya, incierto "club" con sede en nuestra generosa imaginación,con camiseta color azul francia con vivos en blanco y mangas cortas, un juego de camisetas de 7 unidades de ignota campaña precedente y comprado a un ocasional amigo de la esquina de Mom y Chilavert.-
                     Y siempre Dardo fogoneando cada iniciativa adolescente que encendía espíritus y democráticas tertulias en los recreos y luego de las clases de gimnasia, coronadas éstas invariablemente por un buen partido de "rompe y raje", con la savia fresca de los años pre-juveniles aún.-
               Dardo alumno, impecable estudiante de "cero dificultad"; su familia, gauchos (como él, de Boedo) las idas a su casa de alto en Del Bañado y Esquiú, la organización del viaje de fin de curso, su padre Ruben que acercó  con su auto a algunos de los seis "excursionistas" a Constitución sobre la entrada (lo tengo fotográficamente presente) de la calle Brasil, al encuentro del tren  que nos esperaba a metros, sobre andenes bajos y 48 horas de viaje hasta Esquel , la primera posta, adonde llegaríamos previo transbordo a la Trochita en Jacobacci y 401 kms de polvo y meseta, arroyos, curvas y contracurvas, puentes de épica construcción, de viento, frío y fauna autóctona a la vista, con la que intercambiábamos miradas de asombro (nosotros más que ellos) ante tamaña soledad (entonces como hoy).-
                     La vuelta en febrero de 1967 luego de 40 días, y el sinsentido que viviendo en Buenos Aires no volveríamos a vernos hasta 2015 cuando nos encontramos como se encuentra casi todo el mundo por estas estribaciones civilizatorias.-
                   Un martes a la noche entre el Centro Navarro  de Moreno y Colombres y su casa-bohardilla de Almagro, junto a Daniel y a Juan Carlos,vueltas de café y licor, recuerdos, un apurado truco y la promesa de volver a vernos pronto.-
                       "Ya no juego a la paleta con los muchachos", la cena en el Navarro, alguna pena ensordinada que se escapaba de sus ojos (no estamos exceptuados y cargaba yo un problema de salud  morigerado posteriormente).-
Comentarios sobre la actualidad política del  país, su posición jugada al ciento por ciento y la polémica sana, abierta, democrática y bienintencionada de un espíritu humanista como el de Dardo, las diferencias tonales y un diagnóstico (médico al fin) esperanzador y celebrado "no cambiaste nada, gordo (vendría ser yo) , sos una buena persona como cuando eramos pibes...) frase textual de Dardo que resuena desde entonces en mis oídos..."como vos, cuervito..." agregué en el momento y hoy.... coincidiendo en que con sus falencias (y lo señalamos a coro) la educación recibida en nuestro colegio de "curas de Pompeya" (además  de la familiar en cada caso) sin ser ideal ni perfecta, ayudó a "hacer buenas personas".-
     Y aquella noche de martes, del Centro Navarro a su casa-atellier, sus cuadros y la promesa de volver a vernos que ya no se cumplirá, por lo menos  en ésta dimensión; en la ultra terrena el misterio y la incertidumbre quedan pendientes en éste periplo  de inolvidable trajín donde la figura de Dardo estará invariablemente unida a la dicha de haber conocido a un gran pibe, luego hombre, siempre amigo, compinche y querido por todos quienes lo conocimos.-mc