lunes, 24 de octubre de 2016

NORBERTO VENEGAS, LÓLO, UN AMIGO DE AQUELLOS DÍAS EN EL BARRIO.-

                                      Norberto Venegas, amigo del barrio, vecino de Zellarayán al 1300 y fallecido tempranamente a sus 39 años.- Fue actor, de raza y convicción; aquí el programa de su participación en la obra de la que vemos título, sala y fecha.- 
      Dirigida por Eduardo Lamoglia ( a quien Norberto admiraba) interpretada por Hugo Castro, Patricia Moreno y Osvaldo Peluffo en los roles principales, y Norberto (Lólo era su apelativo en el barrio) y otros 12 actores en papeles secundarios.-
        Lólo integraba una numerosa familia del barrio; eran pintores de casas (sus tíos), su padre trabajaba en Papelera Sarandí, donde él trabajó un tiempo; Lólo era hincha del cuervo (el barrio lo condicionó y casi todos eran del Casla), era alto, pelo renegrido, cutis blanco y un crack contando cuentos en la esquina de Cobo y Centenera (te pillabas de la risa, perdón, pero es literal...); novio de Leonor, vecina de Centenera, amor tempranero por demás....luego siguieron otros camino, pero quedó embretado el hombre para siempre.-
      Jugaba muy bien la fútbol y éramos contra...nos tenían de hijos los de Zellarayán donde jugaba él,  en cada desafío barrial que caducó por "falta de equivalencia".- Eran una tribu, nosotros muy pocos...luego nos hicimos amigos y todas aquellas broncas se transformaron en horas de conversaciones sobre política, arte y fútbol.-
      Llegó medio tarde a la actuación; antes  hubiera sido más oportuno y le habría rendido.- Comenzó a estudiar actuación y a leer febrilmente, teatro y literatura en general..... le dió por Arlt, un clásico por entonces el gran escritor, periodista y dramaturgo fallecido muy joven (1900-1941).- Lo cautivaba "Los siete locos", con sus rufianes melancólicos y los planes de revolución social entramados en sórdidas maniobras de extramuros.-
     En ensayos tomó contacto con la obra de Tito Cossa, su "Los días de Julian Bisbal" fue detonante de su amor por el teatro; vimos una versión juntos y decía: "me gustaría hacerla (la obra)  como protagonista".-
    Ensayaban en el  IFT (de Boulogne Sur Mer y Corrientes en Once), la obra de la que vemos en la imagen  su programa.- Allí lo acompañé algunas tarde-noches, hicieron una breve temporada allí y saltaron al Bambalinas, una sala de cierto prestigio entonces.- Hizo un breve papel pero capté en su dimensión lo que significa para los actores de raza una representación en toda su dimensión; en aquellos ensayos estuve de temprano y  observaba a Lólo y sus compañeros como en trance, una ceremonia previa y posterior inigualable e inolvidable en mi breve experiencia de "espiar" a los actores de verdad, a los actores por vocación, los actores  del off, aquellos "desconocidos de siempre" que aún hoy jerarquizan la actuación por la actuación misma.-
        Con Norberto Venegas (Lólo) frecuentamos brevemente algún boliche de actores de la calle Corrientes frente al Paulista, donde se cruzaban el off Corrientes y algunos actores algo más conocidos que ya "picoteaban" en las salas comerciales aledañas.- Me presentaba y hasta yo "pasaba por actor", por las dudas silencio de radio de mi parte," nunca se debe romper el encanto" dicen o decían los Gasmann, Mastroianni y otros de la escena mundial.- Será  así, pensaba y obraba en consecuencia.-
    Lólo trabajaba por entonces en el Correo sucursal Barracas (una época fue taxista con Luis, mi hermano) y una mañana no se despertó; no sufría de nada en especial, aunque era asmático y parece hubo una crisis final.- Fue a fines de enero de 1990.-  Un gran amigo Lólo, el arltiano, el peronista de Perón, casi guevarista (admiraba al Che y eran una recurrencia sus reflexiones sobre el guerrillero argentino); fue lector minucioso casi obsesivo de "Los siete locos"; hubo otros Lólos: el cuervo de ir a la cancha, de sufrir el extrañamiento del Gasómetro, el contador de chistes sin igual; el galán de las tempranas veteranas del barrio (como él), el admirador de su padres y familia, el encachilado con aquella primera novia del barrio; el de la sonrisa amplia garde-peronista, el jugador de pool, el freudiano de esquina que trataba de encontrar sus claves de vida ahondando en el psicoanálisis rudimentariamente como cuadra a "un pibe de barrio"....
                      Lólo tuvo una militancia política intensa y muy breve:- Abonaba la idea desplegada en "Los siete locos", de donde tomaba qe la democracia permite que todos se expresen y así quedan "deschavados" todos, el más pintado tiene su "ficha" personal.... opinión muy especial y adecuada a otros tiempos.-
                Fue un personaje muy especial, de un histrionismo mu marcado: sus chistes, aquellos que alegraban las madrugadas en la esquina, eran intyerpretados por Lólo en cuerpo y alma, "actuaba" como pocos sus chistes, parecía que él mismo los escuchaba por primnera vez, allí radicaba su secreto. eran actor y espectador a la vez.- 
            Vaya éste recuerdo para un vecino y amigo tan especial. Norberto Venegas.- mc

"LA PAMPITA" DE JM MORENO Y ZAÑARTÚ, UNA INSTITUCIÓN BARRIAL.-

                        Esquina de barrio, adoquín rebelde  en cruce  paradigmático del buen comer en la ciudad de los años 60.- Y en ese parador del buen comer,un depósito(como se los calificaba antes, y eran depósitos) de quesos y fiambres de rápida rotación.- "La Pampita", una institución de visita semanal aún para el más careciente del barrio.-
           Ya el lugar con ventilaciones en la ochava que daban a la calle era una invitación aún estando cerrado...aromas de sardos y sopresattas oreándose que atrapaban al ocasional caminante.- Esas ventilaciones vendían las 24 horas y mejor que mil anuncios...desquiciaban regímenes y bolsillos.-
     Era, en mi caso, de visita semanal, siendo pibito, con la "bolsa de los mandados" y "cuidado al cruzar josémaríamoreno", mas un "cuidadolaplataaversilaperdés", prevenciones mínimas caídas no en desuso sino primitivas y luego, hoy,acrecentadas con otras más tétricas y urgentes.-
      Una romería ( "frase hecha" sin mucha evidencia) era ese depósito; colas de compradores bajo techo y en las veredas, a ambos lados del cruce; empleados con reglamentario delantal color caqui que entran y salen del local con las entregas de pedidos a colegas mas chicos de la zona; los mismos muchachos (una barra) que suben y bajan escalera hacia el depósito bajo nivel, en el sótano ese donde se aireaban solitarios y orondos quesos de toda raza y embutidos de todo precio y genuinidad, provocando ateramente a los peatones que van y vienen por esas calles amigables en mi barrio de entonces.-
                    Era una misa, casi, la permanencia en "La Pampita"; obligados a ir, a contemplar el rito de la elección del queso en cada caso y cliente, y esperar, esperar mucho porque las compras eran a listado completo; se compraba para toda la semana en etapa de la vida donde los quesos y fiambres eran la alegría del espíritu y la tolerancia del  organismo más glotón.- Hoy...?..bueh...a otro tema.-
                     Eran los años 60, con Illia, el medíco pergaminense criado cordobés en Cruz del Eje, que desembarca imprevistamente (una vez que Balbín no corre y ganan sus correligionarios) y gobierno al que y no sé por qué, defino como "el de los quesos y los fiambres"; deformación de aquella etapa de pibe yendo semanalmente a "La Pampita" por las preciadas avituallas que enriquecían la heladera familiar,una poderosa Westinghouse,nada que ver con las frágiles descendencias hasta hoy mismo.- Ademas,....el Bocha, un entrañable vecino de Zellarrayán y Cachimayo, zorro municipal  él en la municipalidad radical de entonces con el célebre Pancho Rabanal (intendente y vecino de la calle Santa Catalina en Pompeya, compañero de banco en el Luppi allá por 1915 de Homero Manzi) y cada tarde,desocupado de su "despreciable" ocupación municipal,abría su puesto de quesos y salamines en la actual placita que lleva el nombre antesdicho y está (la placita) en Centenera y Salvigny.-
                     Eran otros tiempos, los quesos y salamines despiertan el mismo fragoroso apetito, aunque como el tiempo aquel, con radicales en el poder municipal, con Rabanal recibiendo vecinos que hacían cola en la puerta de su domicilio particular (los he visto, no lo escuché), su esposa (la primera dama del éjido despues de todo)ella en persona, repartía café o alguna bebida a la pedigüeña grey que ocupaban la vereda....otros tiempos, que no volverán seguro, hoy cualquier  "lauchita" (varón o dama) personajea por tv sin chapa ni pudor; eran otros tiempos, otros quesos y salamines aquellos,que no podrán hoy sus sucedáneos  saciarnos como entonces, no tanto por la calidad de los actuales (muy buenos también imagino), sino por lo obvio y comprensible desde el vamos.....dieta estricta y nada de aquellos placeres sesentistas, entre otros, que nos veían ver la vida color si no color de rosa, si con aroma a quesos y longanizas frescas y alcance por "el mejor precio de la zona, en La Pampita, de José María Moreno y Zañartú.- mc
Nota: mudóse luego La Pampita a Zañartú y Albarracín..no era lo mismo..sobre todos nosotros.-mc
   

VISITA AL DIARIO "EL MUNDO" DE FUTUROS PERIODISTAS EN 1967.-

                        Era 1967y tenía todavía 18 años, estudiaba periodismo y ciencias de la comunicación en el Museo Social Argentino ,una universidad privada sita en Av. Corrientes entre Callao y Rodriguez Peña, en Capital.-
   Terminado el secundario me inscribí allí y  aparezco  aqui en la imagen del diario "El Mundo", un matutino entonces de buena tirada de Editorial Haynes, época de predominio de los diarios (trabajar en periodismo era trabajar en algunos de esos diarios)  luego en declinación con el predominio de los medios electrónicos como radio y tv y hoy con la web.- Ese no es el tema.-Sigo.- Fuimos de visita a ver como trabajaba ese mounstruo que eran los diarios entonces, muy artesanales y con mucha gente en el tema.-
      Aparezco en segundo término desde la izquierda, luego del hombre mayor, el profesor que nos acercó al diario, con redacción  y talleres en Río de Janeiro y Bogotá, en Caballito, una gran instalación de Haynes, que editaba también libros y revistas.- Hoy hay edificios de viviendas allí, a 100 metros de Díaz Vélez.-
    Estamos en la sala de linotipos, donde se confeccionaban las líneas en plomo que constituían las galeras que luego de un procedimiento terminaban en los cilindros de impresión por donde pasaba el papel prensa y se imprimía.-
        Estoy en compañia de algunos compañeros, algunos no aparecieron en la foto del diario que correspondió al domingo 15 de octubre de 1967, fui un privilegiado por aparecer allí.-Habíamos estado en el diario recorriendo redacción, impresión, y expedición el viernes 13 de octubre, dos días antes, y de relleno nos ponen en las páginas finales junto a edictos y avisos clasificados.-
          "El Mundo" fue un matutina que competía con los líderes entonces "La Nación", "La Prensa" y "Clarín", en ese orden de venta, más "Noticias Gráficas", de menor tiraje, igual se vendían bien todos; "La Razón" era vespertino, "Crónica" no existía, menos  "Popular" y otros mas recientes.-
                        No conservé el diario íntegro de aquel día, solo la hoja  donde salimos y su extensión con un par de páginas del inicio del ejemplar, donde se explayaba con fotos y comentarios y un reportaje al hermano, ante la muerte en Bolivia de Ernesto Che Guevara.- Había sucedido hacía unos días y aparece en éste domingo 15 de octubre del 1967 las fotos de su lexho de muerte en Bolivia, esa foto aún utilizada cuando se aborda el tema.-mc

domingo, 23 de octubre de 2016

LETRAS ESQUINERAS A PARTIR DE MELODÍAS DEL MOMENTO: "SILUETA PORTEÑA".-


                       Hubo por los años cincuenta una milonga, "Silueta porteña", compuesta por Nicolás y Juan Cúcaro con letra de  Ernesto Nolli y Orlando D'aniello,tuvo su época de esplendor e intensa difusión en un tiempo apto para ello; compuesta en 1946 su fama se extendió bien entrada la década siguiente.- Las versiones de Pugliese con Montero/Maciel, mas algunas otras cimentaron su presencia en los oídos y pies de bailarines de barrio ante una milonga entradora, con una letra amable y de espíritu optimista y de agradable discurso.- 
      Pero fue Héctor Varela con su ágil estilo muy apto para realzar el tempo de la milonga, que con amplia presencia en medios radiales y en bailes en clubes durante todo el año más los bailes de carnaval que tenían vida autónoma y constituían una forma de llegar masiva e intensamente a los destinatarios, sumaba la voz de  Argentino Ledesma en su  cenit interpretativo con Varela,  conformando un éxito inolvidable por aquellos años.-
           Era una milonga que sonaba imperiosa en las radios y en los bailes, en los hogares y en las esquinas.-
      Su letra habla de una muchachita de barrio de cadencioso andar, como el "majestuoso andar de las porteñas", una cadencia evocadora (para el autor) de "una  milonga juguetona y callejera"; no faltan "los piropos que te dicen los muchachos..."; tampoco una "vinchita argentina (en su cabeza)que es todo tu orgullo..."; unos "...taquitos provocando en la vereda"..que "la coronan la más guapa y más porteña..."
      Fue un gran éxito y un estilo  vinculante  con otros temas afines   que desarrolló con gran éxito la formación de Héctor Varela.-
     Las esquinas cantaban en otra sociedad sin tv y con mucho café-bar ,con madrugadas al amparo de la amistad y la barra fiel y seguidora, fenómenos extraños a las actuales formas vigentes.- Y esa muchachada cantaba  como es fácil imaginar los tangos y milongas de moda entonces.- Y cantaban letras hechas a partir de las melodías de moda acoplándoles letras alternativas que recreaban la picaresca del muchacho de entonces; esquinero, obrero de fábrica o taller de barrio, oficinistas o comerciantes de una ciudad de intensa ocupación laboral, de estudiantes en escuela-fábricas, en universidades y escuelas nocturnas que posibilitaban la formación profesional.- Esos muchachos, esa época, esa sociedad se permitía letras alternativas y "prohibidas" como la que podemos leer en ésta alternativa a la original de "Silueta porteña", adecuándose a la métrica que impone la original pieza.-
            Además, el texto habla del mismo personaje que en la letra primitiva (una muchachita porteña de barrio, bailarina ella), solo que hace jugar otros elementos acordes con la picaresca y gracia porteñas de los muchachos de entonces en ese Buenos Aires tan distinto al actual; igualmente no desentona leyéndose hoy cuando las analogías y situaciones son extremadamente lanzadas y a veces fuerzan aún la  comprensión, rayana en la agresividad gratuita y extrema, muy distinta a aquellas formas que como ésta letra esquinera y alternativa constituían un estilo, el de las letras de las comparsas y murgas de carnaval que animaban corsos y espectáculos teatrales en aquella ciudad perdida de la que tenemos igual reminiscencias como con ésta letrilla alternativa.-. 
     Una observación clave: el  autor, no puede ser más anónimo ni más esencial...El Mocho..o sea, el barrio, el muchacho esquinero que deja su impronta como uno más, con un apodo común que mucho no dice y dice todo al mismo tiempo.-
Fuente: la imagen del original que vemos reproducida perteneció a mi hermano Luis, él era uno de esos muchachos esquineros de Picheuta y Zellarayán, nunca supe quien pudo haber sido El Mocho, tampoco interesaba ni tampoco hoy.- mc

MI MAESTRA, LA SRTA. MARTA, DE 4TO (1959) Y UNA BONDAD INOLVIDABLE...


                   Quien más quien menos portamos recuerdos gratos y de los otros de nuestra época escolar.- Marta Fulco se lleva en mis recuerdos los mejores gestos  que pude haber percibido entonces, y confirmados más adelante al revisar aquellos años si no de inconciencia, si de natural  indolencia de niño aunque exculpable.- 
    Vivía  Marta en la calle Beauchef casi Zuviría, en P. Chacabuco, el colegio era en Caballito (San José de Calasanz), distante 400 metros de su casa.- Fue la docente en 1959 de nuestro 4to, grado (el 5to.de hoy).-
       Faltó 4 meses por enfermedad siendo reemplazada por su colega Aurora León, una chica delgadita, muy joven e inexperta que era desbordada de contínuo por el levantisco alumnado de entonces, y puesta en jaque por su nombre, Aurora, al coincidir con un personaje de historieta (la vaca Aurora) de entonces con ese nombre.. cutis blanquecino y muy irritable su carácter, como para no entenderla..... volvió al fin Marta...
    Volvió y vuelve hoy al ver su imagen, la veo linda y muy joven a aquella segunda madre que en realidad tuvimos algo menos de  6 meses como maestra.- Aunque era el nuestro, entonces, colegio de doble jornada, ya que volvíamos a casa a almorzar y vuelta al cole, encima colegio de curas y época sin huelgas o dilaciones tan comunes hoy, todo ello contribuía a una importante presencia del colegio en nuestras  incipientes vidas de niños que a veces, recuerdo, oprimente de algún modo.-
        Dulce con todos , recuerdo a Marta en dos gestos distintivos; volvía yo a casa por Directorio caminando hasta José M. Moreno para tomar el colectivo 25 ó el 402 ó el 135; me acompañaba hasta aqui José María Arias (nacido en España), que seguía hasta su casa en Directorio y Emilio Mitre.. Y aqui interviene la señorita Marta.- 
       Ella volvía caminando a su casa aunque sin establecer rutina con nosotros siendo que coincidíamos en parte del recorrido; si en varias oportunidades nos invitó a "tomar la leche" a su casa; con ella su madre y las consabidas facturas que previsoramente, entiendo, comprarían al invitarnos.- Eran gestos desusados por entonces; èramos cursos de 40 o más alumnos, la mayoría vivíamos lejos, en el centro algunos, adonde enfilaban tomando el tranvía en Pedro Goyena, o el 126 que circulaba por Directorio, con sus Chevrolet sapo color plateado y ex corporación rotulados luego como TBA, uno de cuyos choferes era el padre de un compañero, el buenazo de  Almeida que vivía en Maza y Rivadavia.- O sea, éramos casi en su totalidad vecinos que vivíamos lejos del colegio.- Analizando esa excepción hallé una común situación con Ärias  el otro invitado a la merienda, la razón o móvil, ambos habíamos perdido a un de nuestros progenitores .-                     
                       Árias habia perdido a su madre, yo a mi padre, y tempranamente en la vida como es fácil inferir al ser ambos por aquellos años pibitos de sólo 10 años de edad, éramos los dos únicos en situación parecida.-, Árias con.su padre, hermana y tía, yo con madre y hermano mayor, situaciones parecidas; creo que eso influyó en Marta para tal  gesto único con esos dos alumnos.- Generalmente esos detalles lo sabrían los maestros de entonces, o por lo menos calculo, y la movería, presumo, en el caso de Marta a actuar de la manera citada.-
     Hay otro gesto de Marta.-
      Al final del año el sistema de méritos del colegio establecía el otorgamiento de una medalla a aquellos alumnos destacados en la cursada; nunca tuve ese halago hasta que Marta fue mi maestra.-
         Por lo visto Marta me tendría  motivado, concluyo hoy, con una predisposición positiva que sumaba su  su simpatía hacia mi  y su  protección de algún modo; y ese año1959, llegando a la fiesta de fin de curso y entrega de medallas, parece que no estaba previsto una de ellas para mi aunque esperaba ese reconocimiento por lo visto; al ver que no entraba en el reparto parece (si, en realidad) que lloré (tenía 10 años de edad) Marta presurosa la recuerdo, va a algún sitio (me parece verla de espaldas, presurosa) y regresa con una medalla, la única que recibí por aquellos años y que aún conservo con felicidad y agradecimiento, mas que nada por quien me la concedió que por su significación en aquel momento.-Marta Fulco, mi maestra de cuarto grado; cuanto te quise y te recuerdo, no me alcanzará la existencia para olvidarte ni tampoco pretendo.-mc

AIRES DE UNA ÉPOCA...1966, FINAL DEL AÑO Y AMONESTACIONES A UN ALUMNO COMÚN.-

                             Que bronca aquel día..no recuerdo bien, fue un desorden general y ligamos amonestaciones todos....era el penúltimo mes de la cursada y seríamos bachilleres en 4 ó 5 semanas.....ligué 4, llegué a 11 y el límite eran 25..aqui estoy..inolvidable mi colegio Nueva Pompeya...y aquellos días de dulce y rebelde (no seré nada original) juvenilia....mc

lunes, 10 de octubre de 2016

PASAJEROS DEL TIEMPO Y UNA FINA EXQUISITEX DE OTRO MUNDO.-

                    Paisaje de una generación de pasajeros en los años 60 y parte de los 70.- Los admirados Mercedes Benz 1112 y 1114 que surcaban las calles porteñas; multicolores, con perfume barato pero sugestivo, con la escoba trabada contra algún asiento, con interiores  que hoy se dirían personalizados, con nacarados que evocan pasiones y predilecciones del chofer ( o los choferes, eran tiempos de pequeños propietarios a veces de partes de la unidad, generalmente familiares o amigos, eran pequeños propietarios, decían habitualmente: "soy dueño de un cuarto, y así, medio o tres cuartos...."..toda una saga).-
    Un dado a veces, en la cabeza de la palanca de cambios, con una luz incorporada que se encendía al unísono del stop, o sea al tocar el freno...música sugerente por las noches....de informativos durante la mañana, cordialidad a veces con el pasajero en general, algo más cuando era  señorita (o parecía) la pasajera, "aguantar" a la que llegue corriendo apurada al encuentro con  la "unidad", como referenciaban a sus colectivos ésta fauna extrañada con el paso del tiempo.-
        Algunas líneas mas profesionalizadas uniformaban a sus choferes; la 60 era típica y modelo a seguir: guardapolvos y rigurosa corbata, afeitada y peinada  clásicas en el humano conductor de la unidad.-
       Todo un rito algo subterráneo,  aquellos menesteres con planillas donde asentaban los números de boletos vendidos, cifras de 5 dígitos  y regulando la marcha para "estar en horario".- Estas líneas, diríamos top hoy  en día, tenían los mejores recorridos, generalmente cortos y con "buen piso", o sea, calles asfaltadas y sin adoquinados, menos aún de tierra y pampa.- Recorridos cortos donde hubiese un intenso "sube y baja" de pasajeros; significaba recaudación y cuidado del vehículo.-
     El monedero metálico para las monedas, los de goma como vemos en la imagen, los compartimientos con pisa-billletes que los alisaban e impedía se volasen aquellos desvencijados billetes que supimos ganar y se devaluaban sin piedad ni pudor también en los 60 y en los 70; y también entonces como hoy, adustos y severos ministros prometían fortalecer para siempre al desválido peso que, además, cambiaba denominación y reducía ceros como presumiendo que todo era cuestión de "cambiar la imagen" para valorixar al signo monetario vernáculo.-
                   Los grandes enemigos de aquellos colectiveros: baches, nuevos y añejos; inspectores de tránsito vestidos de gris xorrino; los inspectores de la línea, ex  choferes, propietarios que las sabían todas, ese era el peligro de estos tipos; los taxistas, o tacheros en la jerga, curiosamente eran el realidad del mismo rubro....muchos eran simultáneamente uno y otro, o alternativamente antes uno y luego otro, o viceversa; los semáforos, animados enemigos que se accionan en "contra de nuestro intereses continuamente"; la lista de los enemigos del colectivero de aquellos años no tiene fin pero la coronamos con el enemigo número uno: el pasajero; suben bufando, nerviosos, maleducados, ventajeros, insolentes, desubicados, y otros tantos perfiles que curiosamente ese pasajero medio y anónimo suele adjudicar al chofer; o sea, comparten atributos pasajeros y choferes, salvo cuando el pasajero es del sexo opuesto, salvo (muchas salvedades por lo visto) sean veteranas rexongonas e ilevantables en la ponderación del chofer de turno.- 
                Aquellos colectivos porteños de los años 60 y 70, multicoloridos, celosos de su recorrido y sus colores, toda una institución cada uno de ellos, toda una mística el ser parte de esa cofradía ácrata de los bondis porteños.-
         Había algunos elementos distintivos de ésta fauna ciudadana: el palote de madera "para amansar locos", también para auscultar las cubiertas del bólido sobre todo las traseras, duales ellas y el palo servía para chequear las de adentro del par.-
    La escoba trabada en algunos de los asientos individuales, el balde de plástico con algún cepillo dentro como así también un "trapo e' piso" para el metier, alguna franelita para sacar brillos.....-
        Un par de scarpines colgados del espejito retro, algún santito, el del laburo fija, o Santa Rita, patrona de los viajantes o algo similar, o del  Sagrado Coraxón de Jesús, Virgen de Lujan, de Pompeya, varios etcétera al respecto.-
          Algún escudo de club futbolero (ahora sería un riesgo cierto e inútil...)algún "yobaca" ganador, Fangio, Gatica, Prada,varios etcétera, y un infaltable perfil del "francesito del Abasto".-
        Una percha para la ropa del "elegante" chofer (si lo era); el olorcito grato a desodorante barato ( son los mejores a la hora de viajar, encima más barato), un plumero, los cartelitos y anuncios que nos ayudaban a practicar lectura a aquellos pibes de antaño: "Prohibido sacar la cabexa y/ o los bra..."; "Prohibido fumar, o salivar, o conversar con el chofer (salvo que el que iniciará la conversa sea el mismo "protegido"); "Prohibido pasarse de sección...."; "Mire atrás al bajar.....corrase al interior....prohibido viajar en el  estribo....descienda por atrás.... suba con cambio...no se aceptan billetes rotos o deteriorados....no descienda por adelante..deje las puertas libres.....no abrir las ventanillas en época invernal....prohibido viajar con el torso desnudo.....y otros por el estilo; otros más bien burocráticos como " Revisado y aseado el día....(por la unidad); datos de la línea, dirección donde enviar postalmente quejas sobre el servicio, y otros semejantes.-
         Había un elemento improbable por estos días y que pocos, muy pocos recordarán.- No todas las líneas poseían lo que diariamente utilixabamos los usuarios de la línea 25 (Devoto-La Boca), lo vi en otras líneas pero en ésta , la 25 era una institución (desde 1958 a 1961, de 4to. a 6to. grado tomaba el 25, o el 402, o el 135 , ida y vuelta por duplicado para ir al colegio primario, ví el elemeto que meciono luego con el 402 ó 404 en mis viajes a la secundaria, aunque "rarexa"  en franco desuso): era una bolsita de tela terciopelo, con alguna insignia que la identificaba (número de interno, etc), o bolsita de cuerina con aditamentos también que la engalanaban y se situaban al lado de la la boletera cuando no había puerta de descenso trasera), y cuya función para el pasajero a punto de ser ex, cuando estaba a punto de descender de la unidad, ese inhallable pasajero hoy, depositaba el boleto recibido al pagar su viaje en la elegante bolsita, adherida formalmente con un aro metálico a la argamasa donde convivía con la boletera, monederos y otros elementos.- Era para evitar tirar el boleta en la calle luego al bajar....una finexa de otros tiempos que solo quienes lo vivimos sabemos lo inútil que luego fue y lo imprescindible para evaluar la educación ciudadana que sería hoy en día (si, sé, hoy talla la Sube, pero....).-mc
Observación: ésta perdida bolsita subsistió cuando aparecieron las unidades con puerta  trasera de descenso, lo ratifico enteramente; habráse extraviado definitivamente con nuestra inocencia por aquellos fragorosos años 60.-mc
                 
          

domingo, 9 de octubre de 2016

"QUÉ SAPA, SEÑOR" Y "CAMBALACHE": ANCLAJE IDEOLÓGICO EN LOS AÑOS 30 EN DISCÉPOLO.-

                          Habiamos abordada "Cambalache" en dos aspectos entre tantos que contiene; la aparente recomendación del autor respecto a actitudes sociales que nos incumben a todos y que confunden al destinatario que toma literalmente lo que expresa el autor.- Es decir, cuando dice "el que no afana es un gil", no recomienda precisamente "afanar" para no ser o dejar de ser gil para el que  no ejerce la acción señalada.- Lo dice el autor en sentido irónico y pretendiendo lo contrario; en base a una exageración generar la idea contraria; influye mucho el estilo interpretativo en cada ocasión que se  aborda la señalada letra (en éste caso, la versión de Julio Sosa abona el sentido contrario al del autor de la letra (interpretación ésta algo audax, pero que propongo chequéen cuando alguien escucha y se presta a preguntarle sobre su compresión de lo escuchado).- 
    En "Cambalache" señalábamos la idea de muchos en el sentido que ESD enarbola una posición ideológica opuesta al cambio, defiende la escala de valores seriamente alterada en éste siglo XX (ya es pasado pero siguen sus síntomas).- Cuando reclama "No hay aplaxaos ni escalafón/ los inmorales nos ha igualado".- O sea, denuncia entre otros males nada nuevos, éste otro de alteración de los escalafones o sistema de grados y jerarquías en cualquier orden de organixación social y humana.- Le han achacado a esa expresión certera, directa, amplia y central en su letrística un rasgo de conservadorismo profundo; y tal vex sea así, sin duda es asi; "Cambalache" es de 1934, él adheriría fuertemente al peronismo luego hasta su muerte en 1951, aparentando para muchos haberse transformado luego algo muy distinto a lo que era en 1934, y  creo que no es así; la compresión de un fenómeno tan rico y complejo como el peronismo, incluiría esta supuesta "discordancia".-Pero es otro tema, claro.-
      Hoy encontré otra veta útil para evaluar la letrística discepoliana: "Que sapa , Señor", tango de 1931 incluído en su piexa teatral "Caramelos surtidos".-
    Hay estrofas en la letra de ésta obra que claramente abonan la idea de una continuidad en "Cambalache" (1934), y un mismo orden o trasfondo ideológico sobre los síntomas observables en el mundo de entonces.-
"Voltea (el hombre.como género) lo que ve/ por gusto de voltear/ pero sin convicción ni fe".-
 "Hoy todo Dios se queja/ y es que el hombre anda sin cueva/  volteó la casa vieja/ antes de construir la nueva".-
Creyó que era cuestión de alxarce y nada más/ romper lo consagrao/ matar lo que adoró/ no vió que a su pesar/ no estaba preparao/ y él solo se enredó/ al saltar".-
   Creo, es importante ésta hilación entre dos obras de cercana producción en el tiempo, en un autor donde sus convicciones no contradecían lo que luego se transformaban en una letra formal; o sea, es difícil pensar en un Discépolo "escribiendo por encargo o algo similar".-
    Además, éstas dos producciones, "Qué sapa, señor" y "Cambalache", son junto a otras dos ricas de elementos de crítica social, política y profundo sentido ideológico; son de
su primera etapa como letrista (y componiendo la música también generalmente), luego variará la temática, más intimista en algunos casos, con humor en otros, con costumbrismo en otras.- Las otras dos obras de ese peculiar momento del autor son "Yira-yira" (1930), y "Qué vachaché"  (1926); Es decir, en 8 años (de 1926 a 1934) se extienden en su obra cuatro temas de temática y coherencia manifiestas.- Entre otras que compuso también en eso ocho años, de variada vertiente en un ciclo de autor y director teatral.- Recordemos lo prolífico y variado de su vena artística: fue además director de orquesta de tangos, director de cine,actor, poeta y hombre de radio en su corta existencia.-mc