domingo, 1 de octubre de 2017

PARQUE CHACABUCO Y MIS PRIMEROS LARGOS (Pantalones).-

                         Mo-nu-men-tal foto aérea del barrio con el parque, el barrio Emilio Mitre (los tallarines), el barrio Caferatta, el parque mismo, y las calles circundantes perfectamente delimitadas ya entonces.- Imagen de 1923 aproximadamente  realizada por el sr. Borra y disponible junto a otros datos en la red, pero el tema es otro, pequeño, personal y chiquito, tema al fin.-
               El tema son "los largos", ese tema esencial para los pibes de los años 50 y 60 superado hoy con los modos impuestos que borraron el trance pantalones cortos/pantalones largos; no sé si para bien  o mal, pero reemplazados, eso si, por otras disputas más pueriles  y menos pacíficas que aquella que se circunscribía a los límites del hogar ,y  que el tiempo en su devenir transformaba en recuerdo como el que evocaré.-
               Era 1961, final de la primaria en el Calasanz, la decisión de continuar secundario pero en el Instituto Nueva Pompeya, colegio confesional de reciente fundación en su sección secundarios.- Otro ambiente, otra gente, tema para otro momento.- Pero "los leones" se hacían esperar; la bellosidad se asomaba incipiente y generosa en las 
fornidas "gambas", aparecía sin aviso ni pudor y la imperiosa urgencia de "largar los cortos" de una buena vez....y la vieja que se negaba; imaginé más adelante el deseo  por interpósito motivo de la vieja de no envejecer, de no dejar de ser la madre de un niño que con 13 años reclamaba levantar la vista y mirar en derredor sin remedio ya, tan natural como el deseo de la vieja de "retenernos" como niño por un tiempito más aunque sea.- Tema viejo y del otro lado del mostrador posteriormente como es de suponer.-
             Diciembre de 1961 y personalmente debía inscribirme en el nuevo colegio, acompañado por la vieja, claro.- "Pero en pantalones cortos no quiero ir, me da vergüenza...", a esa edad y por aquellos tiempos se retardaba el proceso del cambio de cortos a largos (trance inexistente hoy)y ocasionaba sus conflictos: nos veíamos observados (y socarronamente, lo peor) por cada persona que cruzábamos caminando por la calle, ni que hablar de algún vecino burlón que reparaba con una sonrisa y alguna frase relativa a los cortos ("bajalos a piyar, bajalos, che.....y otras frases que nos hacían sonrrojar  aunque fueran al fin estímulos para continuar insistiendo en casa con el argumento .-
                Y el día llegó, en diciembre de 1961 y en sus primeros días, por Picheuta hasta Asamblea acompañado por la vieja y tratando de esconder las "bellas gambas" objeto (exagerabamos sin saberlo) de las miradas entre sorprendidas y burlescas (más imaginación) de las "masas" de peatones (mas imaginación) con los que nos cruzábamos en la triunfal llegada, al fin,  a la sastreria de Asamblea y Picheuta, tabla de salvación de tantos momentos de angustia por seguir "con los cortos, como un pibito..." , "Casa Braga", justo en la esquina (hoy una pintureria)  la inolvidable casa donde luego de probarme un par de largos, salí con mi vieja ya con unos  tipo vaquero de marca olvidada más un paquete conteniendo otro par de pantalones en éste caso en color azul noche, un lujo, la vieja era así, "mezquinaba pero tomada la decisión se despachaba por duplicado", dos pantalones para ir seguro y con los largos a la inscripción en el secundario en Pompeya.-
                 No quedaba allí la cosa, cruzando el empedrado con vías de aún vigentes tranvías de la avenida Asamblea, con sus refugios de espera, en la vereda opuesta estaban la sucursal barrial de "Bonafide", el Nuevo Banco Italiano, el mercado Centenera y el cine Asamblea, refugio éste último en tardes lluviosas con tres películas y número vivo que ensalzaban la existencia de aquellos pibitos a punto de dejar de serlo por inicios de los 60, todo sazonado con "maní con chocolate", expendido por el inefable caramelero Vicente; y el "número vivo", una antigualla hoy pero de lograda aceptación entonces: nacidos a partir del gobierno peronista a efectos de dar oportunidad a tantos artistas sin trabajo (hablamos de 1961, y estaban aún vigentes), eran de contratación obligada y generaba tremendas situaciones entre la aceptación y la reprobación ruidosa y algo canallesca a veces, del público, pero era un espectáculo aparte al de la película en si.-
                    Ahh..y la vuelta a casa retomando Picheuta cruzando Santander, Castañares, Avelino Díaz, Balbastro, Saraza, Zañartú y Zellarrayán hasta antes de Cobo con los largos a la vista de ausentes "masas" en éste caso que no serían  testigos del cambio sin remedio , aunque dentro  del par de pantalones largos era el mismo que había hecho el camino inverso hacía menos de dos horas antes, como aquello de "un pequeño paso para un hombre....un  gran paso...." del imaginativo Amstrong, aquel  incierto astronauta pero no en mi caso, yo mismo y  la certeza sin dudar de por lo menos haber caminado esas cuadras de obstinado paisaje barrial bajo la luz larga de una tarde de principios de diciembre de 1961, y si, convencido que  era el mismo que hiciera menos de dos horas antes  el camino de ida,  sintiéndome  otro en el de vuelta a casa con los pantalones largos, al fin.- mc

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