sábado, 7 de julio de 2018

JABÓN PINCHE, UN CAMBIO DE ÉPOCA IMPERCEPTIBLE, Y LOS MANDADOS DE LA VIEJA.- .

                Hete aqui una  marca que nos acompañó en la niñez y era parte del mensaje con que nos "mandaban"  a hacer los "mandados".-  En época de espasmódicas "campañas liberalizadoras", hoy mismo, sólo se salva el recuerdo del mandato familiar: que bueno sería que la vieja "nos mande a hacer mandados", escuchar su orden, recibir la "bolsa de los mandados", y unos pesos también entonces en tren desvalorizante: violáceas fragatas, rojos intensos, verdes sudamericanos, en fin, una galería casi impúdica de nuestras desventuras cambiarias.- Inimaginables desventuras para aquellas vecinas bienintencionadas que ahorraban en el colchón  y que no conocieron resúmenes de tarjetas ni intimaciones telefónicas.- Pero el tema es otro.-
               Jabón mineral  "Pinche", en panes duros como el cemento, vestidos con frágil papelucho impreso y un caballero luciendo una olla reluciente, es de suponer luego de haber utilizado el hosco "jabón mineral".- De textura áspera, sin perfume embaucador alguno, para lustrar  ollas y sartenes y sobre todo para las manos del tosco laburante de aquellos años donde las tareas industriales eran con las "manos limpias".-
                En casa supimos ser zapateros (mi hermano y yo) y la suela erosiona manos e impregna la piel de un color  imaginable.- "Pinche" era el jabón ideal para restregar  cuidadosamente las manos; con abundante material sólido y soda cáustica no había resistencia al efectos de las suelas sobre la piel, aunque posteriormente era aconsejable una pasada con jabón de tocador para suavizar la piel y perfumar ligeramente.-
                Era el hermano menor y candidato a "hacer los mandados":  "Pinche", lavandina "Balcarce" y otros productos eran el objetivo regular; un día  sonó la alarma, "Pinche" no se fabricaría más, conmoción familiar...y ahora???
                    Llegó la información que un negocio del barrio tenía algo así como 30 panes del jabón de nombre estrafalario que, parece ser, había caído en desuso irremediable....allí fuimos; "me llevo los 30 jabones", frase probable y un halo de esperanza..."no conseguirá más??..cualquier cosa me avisa,ehh, don Marcos..."; fue un cambio de época  imperceptible; tan imperceptible que no sé como siguió el tema, lo que si, aquí estamos, sin "Pinche" y sin tantas otras cosas....ahhh...y sin los mandados de la vieja; uno crece, tiene "otros mandados" más perentorios y menos edificantes y de rigor obligatorio, y sin la autoría intelectual de la vieja; sin las compensaciones que equilibraban caminatas hasta Asamblea (avenida distante 8 cuadras) con "cuando volvés, pasa por la panadería de Cachimayo y trae una docena de facturas, "las que te gusten más..."(gracias viejita...) sumando un plus cuando "rendía" los vueltos de lo gastado y la vieja distraía unas monedas a nuestro bolsillo.-

2 comentarios:

  1. el jabon pinche tenía polvo de pómez, bien abrasivo, por eso te sacaba la grasa ( y la piel ) de las manos. . . junto con el agua se iba a los desagues, se separaba y el polvo de pómez fraguaba y formaba depósitos duros como el cemento en las cañerías.. . creo que se lo prohibió por eso.

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  2. el jabon pinche tenía polvo de pómez, bien abrasivo, por eso te sacaba la grasa ( y la piel ) de las manos. . . junto con el agua se iba a los desagues, se separaba y el polvo de pómez fraguaba y formaba depósitos duros como el cemento en las cañerías.. . creo que se lo prohibió por eso.

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