sábado, 31 de octubre de 2015

¿¿EN QUE ESQUINA ME ENCUENTRO BUENOS AIRES??

        "Esquinas de barrio porteño...así comienza una letra de Manzi que  de alguna forma engloba el sentimiento del habitante de Buenos Aires hacia las esquinas de la ciudad; sea la propia y referencial o aquellas  popularizadas en innumerables letras de tangos.- "Esquinas porteñas", meláncólica evocación al mejor estilo manziano, con sus lunas y muros,con sus pinceladas precisas y brochazos portentosos.- Y,curiosamente o no tanto, no se trata de la esquina donde se ha nacido o de la ciudad o localidad de origen ; Manzi, sabemos, no  ha nacido  en la ciudad centro de sus apreciaciones; casi una constante, la inmensa mayoría de las letras dedicadas a la ciudad son obras de no nacidos en ella; se impone otra constante: no es necesario ser  oriundo del lugar destino de nuestros desvelos y versos para ser original y único.- Es mas, uno elige ser de un lugar, mas allá del original  y efectivo.- ¿Alguien cuestionaría el carácter de porteño de Manzi, en definitiva un santiagueño como tantos, muy nobles todos y considerados, solo que fue el cantor tan hondo y visceral que reconocemos y disfrutamos aún??
     Sin mencionar esquina alguna, al escuchar la tierna remembranza cada uno y cada cual le canta a la esquina propia, la de su infancia o sus historias, como Manzi lo hace al introducir sutil e imperceptible una figura o recuerdo con forma de mujer.-
     Tambien nos interesan las esquinas con nombres y ubicación concreta que asoman  en algunos tangos y que son patrimonio de todos los tangófilos y de los ciudadanos como tales , mas allá de la propia (esquina) nombres mas menos, explícitos o no, nos ayudan esas menciones a situar la nuestra y  a escuchar la ajena con fruición y respeto.-
   Recorremos las más conocidas y clásicas ya del catastro emocional de la ciudad.-
"Corrientes y Esmeralda", del tango homónimo de Esteban C. Flores.-
     Tabaré y Centenera, en "Manoblanca" de H. Manzi.-
     Gaona y Boyacá, en "Café la humedad" de Cacho Castaña.-
      Suarez y Necochea,en "Tres esquinas", de Enrique Cadícamo.-
    Rivadavia y Rincón, en "Café de los angelitos" de Cátulo Castillo.-
    San Juan y Boedo, en "Sur" de H. Manzi.-
   Olavarría y Almirante Brown, en "El morocho y el oriental" de E. Cadícamo.-
    Ayacucho y Santa Fé, en "El tango en camiseta" de Ruben Juarez.-
   Thames y Triunvirato, en "El títere", de Jorge L. Borges.-
   Bermúdez y Nogoyá, en "El Nene del Abasto", de Hormaza.-
    Callao y Quintana: en "En que esquina te encuentro Buenos Aires?", de Florencio Escardó.-
     Lisandro de La torre y Avenida De los corrales, en "En que esquina..." sin nombrar la esquina pero señalando "en la esquina donde junta leguas el Resero (monumento)". De Florencio Escardó.-
  Avenida Garay y Chiclana, en "En que esquina..." donde sin nombrar la esquina, entonces,cuando se compuso el tango (1966) lucía su enhiesta figura en bronce el dramaturgo uruguayo  Florencio Sanchez, expresado asi: "o cerca de la estatua de Florencio", luego emplazada a principio de los setenta en el acceso al Teatro Municipal San Martín" de la Calle Corrientes.- De Florencio Escardó la letra.-
   No pretendo confeccionar un compendio de todas aquellas capturadas en tantos tangos.- Hay muchas otras esquinas  mencionadas en otras letras de tango y tambien  en poemas  de clásicos letristas que sin composición musical igual son parte del inconmensurable corpus tanguero.- Cadícamo, Flores, Centeya y otros en sus poemas tanguísticos y de la ciudad han mencionado insistentemente variadas esquinas de la ciudad.- 
    Ben Molar , productor y autor muy activo en su momento, impulsó y llevó a cabo en los años 60 y 70 la imposición de nombres a numerosos cruces de la calle Corrientes con las sucesivas arterias que tienen cruce con esa espina dorsal  del tango; nombres del tango y la escena porteña adosaron sus nombres con los de cruces clave del cosmos porteño.-
   Otras y numerosas esquinas rinden homenajes como el cruce de Paraguay y Paraná a Anibal Troilo, esquina y bar donde paraba Pichuco ,y zona donde vivió casi siempre el consagrado bandoneonista.- Avenida Boedo y Carlos Calvo es la esquina Osvaldo Pugliese, a metros Boedo y San Juan la esquina Homero Manzi.- Es extenso el periplo que liga nombres y homenajes con la geografía porteña.-
   La tendencia es amplia y se extiende a numerosos barrios de Buenos Aires y el conurbano, como la esquina Osvaldo Tarantino, totalmente abandonada pero con el cartel indicador aún, en Valentin Alsina, en impiadoso e impresentable estado en un cruce cercano al Riachuelo donde viviera de jovencito Tarantino; Luna y Palacios es una afrenta casi tan triste  como el olvido para el vecino ilustre y gran artista del tango.-
    ¿Quien no tiene o tuvo su esquina de barrio??.- Me aprovecho y exhibo la mía, la que ven arriba en Avenida Cobo y Centenera, cruce que divide Parque Chacabuco y Pompeya.- Hoy un bar remozado pero con la estructura de hace 80 años.- Solo actualizado exteriormente y en los servicios diferencia aquel viejo cafe-bar- billares, despacho de bebidas y salon familiar "Cobo y Centenera",con sus inevitables gallegos que hicieron historia al compás de la vida barrial, con el actual, digno y merecido heredero de aquel vulgar boliche porteño.- Recuerdos de noches vulgares de entresemana, con los vidrios empañados y la espesa nube de humo de puchos con los muchachos de antaño jugando a las cartas, peleando por futbol , política o fanfarroneando sobre minas; y éste humilde espectador desde afuera, casi "con la ñata contra el vidrio", añorando un futuro de café y cigarrillo impedidos por el momento por los edictos policiales infaltablemente fijados en la pared del boliche.-
     Se podría, y vaya como desinteresada contribución a la identificación  básica como el nombre y apellido, incorporar al adn vivencial del fulano x que somos todos y cada uno, la esquina que elijamos como referencia personal por haber parado allí, o no, por haber hecho barra , o no, por haber tenido citas, o no, por ser reprensentativa de nuestra existencia o más aún de nuestra fantasía e irrealidad.- Sería una identificación o mas bien una autoidentificación; nombre y apellido nos lo legan, la esquina la podriamos elegir, la conjunción entre realidad y fantasía ideal que nos pintaría mas acabadamente;hablaría mas de nosotros que uno mismo.- 
     Algo personal, cuando escucho a alguien hablar del pasado, niñez y adolecencia, pregunto siempre en que esquina vivió o por lo menos cual cita como referencia , ....dice mucho la esquina que mencionemos.- Yo lo hice, y hasta arrime un foto.-mc 
    




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