miércoles, 12 de julio de 2017

COMO VEÍA (y veo)TODO AQUELLO EN AÑOS DE NIÑO Y ALUMNO.-

                                                        En los años 50 llegar a una escuela confesional, o sea, cursar las primera letras en una escuela dependiente de un credo religioso y elegida libremente por los padres como es el caso, representaba un cierto compromiso cualitativamente distinto a la misma elección por estos tiempos ya avanzado el nuevo siglo.- Pensemos que los oficiantes del culto en aquellos años eran omnipresentes cada día y en cada circunstancia escolar, dictaban "Religión" y aún otras materias, tenían directa injerencia en el aspecto disciplinario y el organizativo.-Los padres lo sabían y a eso apuntaban.-Luego, mucho después fue variando esa influencia por lo que se establece una diferencia importante; sé, por haber preguntado que en la mayoría de los colegios religiosos de hace un tiempo a hoy, la presencia de religiosos es nula y excepcional; la carestía de religiosos será el motivo principal, o algún/nos  otro/s; es más, es común ver iglesias cerradas la mayor parte  o todo el día, un problema mundial del catolicismo que excede éstas líneas ampliamente y que explican en primera instancia esos cambios de ayer a hoy.-
                 De 1957 a 1961, de tercer grado a finalizar el ciclo era obligatoria nuestra presencia en misa diariamente (de lunes a viernes) en la iglesia del complejo.- Agreguémosle la obligatoriedad de concurrir los domingos ( con toma de lista incluída) a misa, lo que redondearía largamente mas de mil misas en cinco años; otro tanto la toma de la primera comunión  en el segundo año, o sea a los 7 u 8 años de edad según el caso.-También una oración precedía cada día de clase por la mañana apenas ingresados al recinto o aula.-
                  Las misas duraban aproximadamente 45 minutos, recién a las 9 de la mañana pisábamos el aula; el recuerdo de esa casi hora diaria de misa encierra imágenes diversas: algún compañerito que se dormía sobre el respaldo del banco posterior al estar arrodillados, alguno que se desplomaba de sueño, las valijas a nuestros pies, molestando y maltratadas en el piso; la palabra del oficiante que entonces era en latín y de espaldas al auditorio, o a los "niños-fieles" generalmente aburridos y con frío o calor de acuerdo a la época del año.- En fin, un plomazo diario.- Es la verdad atesorada en miles de imágenes superpuestas durante años.- 
                        Se completaba la rutina mensual con la confesión el primer viernes de cada mes con vistas a comulgar el domingo posterior, "siempre y cuando no hayan cometido una falta (pecado) grave"....así vivíamos esas horas pretendiendo no alterar nuestra conciencia exculpada cada primer viernes de mes por las tardes en el confesionario que nos tocara,recintos ubicados en la propia nave central de la iglesia.-
                   Fue toda aquella actividad confesional una base a la que seguramente apostaban nuestros padres al entender contribuiría a la formación cristiana de aquellos futuros jóvenes y posteriores "hombres de bien".- Luego los caminos toman atajos o se profundizan en el sentido impreso primitivamente; es tema personal y seguramente de profusa variedad.-
                    Cada caso es una historia distinta y única; no expondré ni es el objetivo hablar de mi ni de nadie, sería una tarea ciclópea e innecesaria; la presencia viva en nuestras prácticas rituales de personajes bíblicos y otros del abigarrado santoral romano llenaban nuestras horas y ofrecían respuestas a casi todo; es indudable que el catolicismo ha sido sabio en muchos aspectos; la hagiografía o "vida de los santos" le dan carnadura a tantísimas situaciones de la vida humana cada día; nuestro patrono, San José de Calasanz, aparece con alumnos a los que muestra un escrito, el lema del Calasanz es "Piedad y letras", resumen de dos conceptos claramente cristiano el primero y moderno el segundo.- Gran resumen de una tarea siempre vigente más allá de épocas y alternativas.-
                      Todo aquello, el componente estrictamente religioso más la curricula oficial a seguir, con las efemérides y la interpretación de la historia de acuerdo a parámetros establecidos produjeron en gran parte esto que somos cada uno; diferentes entre si, tal vez opuestos algunos casos, pero un sustrato común nos contiene y une indefectiblemente.-
                  No son ni remotamente éstas líneas otra cosa mas que descripción, tendientes si a que cada uno saque sus conclusiones a partir de quien es y que ligazón tiene con todo aquello vivido en aquel casi remoto tiempo de nuestra primaria; cambió todo intespectivamente y tanto  que establecer  analogías es temerario en grado sumo.-
                Hace días nos reunimos después de casi 56 años parte de aquellos niños, hoy "gente grande", y observé un denominador común: somos buena gente por lo menos, y no es poco por estos tiempos.- No es una lisonja ni cara ni barata ni ocasional pero pienso que el sustrato aquel, mas allá de lo que hayamos hecho y hacemos de nuestras vidas cada uno, de  aquella base, algo asoma después de una vida vivida sabrá cada uno como; se filtra un rasgo de bohonomía claro y sin vueltas  y algo tendrá que ver todo aquello vivido y escuchado en el Calasanz, un pedazo de nuestras vidas que vive en cada actitud y respuesta, un rasgo que enorgullecería a nuestros padres, gestores primarios después de todo.-mc
Foto marzo de 2016.- mc



              

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