domingo, 18 de marzo de 2018

EL ACOSO MATARÁ AL PIROPO ???...EL TANGO RESPONDE....

                             La letrística tanguera tiene una respuesta a la pregunta formulada en el inicio; es a través de su producción sobre el tema, algo escasa pero elocuente que veremos a continuación.-
                             La condena al acoso sexual en sus expresiones concretas es indiscutida; la condena del acoso en forma de frases proferidas por un varón hacia una dama en lugar público o privado también es pasible de condena, mas bien siempre lo ha sido y como testimonio personal son las quejas escuchadas de destinatarias de "guarangadas" diversas que hemos escuchado no sin indignación de ellas al recordar situaciones de dicha especie,tan añejas desde siempre de mujeres de toda condición social.-
                           El piropo es otra cosa y aparece en letras de tango sin escándalos y como una forma romántica más de comunicación entre géneros de la especie (humana).-
                 El antecedente más antiguo es la composición de Angel Villoldo de 1907 intitulada "Cuidado con los cincuenta", tango que ha subsistido en su versión instrumental y que alude a una ordenanza de aquel tiempo impulsada por el jefe de policía Ramón L. Falcón, que sancionaba con 50 centavos de aquel tiempo a quien dirigiera un parlamento no solicitado a alguna señorita que se le cruzara en el camino; no diferencia entre el tenor galante y el dicho soez del porteño de entonces ante la inspiradora del suceso.- La letra deVilloldo no parece distinguir (entre la guarangada y el piropo galante)y pareciera que los habitantes del puerto bonaerense de entonces sólo glosaban dichos dentro del canon moral vigente; eran tiempos de vigencia de Ruben Darío y Amado Nervo que podían leerse en los suplementos dominicales de los matutinos de entonces.-
               El término  piropo viene del griego y  expresa "rojo fuego", tomada luego  la palabra por Roma para otros menesteres y que subsiste hasta hoy lozana aunque cercada por el abolicionismo en plena tarea mediática; al día de hoy como definición vaga e innecesaria  alude el piropo al parlamento cordial y romántico y que tiene  al sujeto enunciador que llamaremos piropeador como  practicamte de tan noble tarea;el piropear tiene al piropeador como dúctil contemporizador entre palabras, tono, significado, y oportunidad sobre todo, todo un arte que dificulto logre abolirse ante ésta fiebre que confunde y mete en una misma bolsa a piropos y guarangadas, que a veces si ,son limítrofes pero distintos y de difícil confusión entre uno y otro; prácticas, reconoscamos, que con inspiración (los piropos) dispar han profesado  porteños de todo tiempo pasado y no tanto; piropear  es arte  no al alcance de la intención, es un complejo e intangible método comunicacional, sin teoría ni técnica disponible pero  que combina palabras, tono, y sobre todo  oportunidad y destinataria en virtuosa esgrima de palabras, gestos, climas y miradas difíciles de enunciar en leyes o postulados ad hoc, pero de probada existencia.- 
                 Hay un instrumental de Cobian llamado "Piropos", con versiones (2) de la orquesta de Troilo; una mención en el tango "El hipo" (versión D'arienzo-Echagüe), "La milonga y yo", de Díaz Vélez,hecho para el estilo hiperporteño de la Merello y donde define al "piropo,(de) una industria nacional";"El piropo" (1959) de José Rótulo con De Angelis-Lalo Martel y el más importante a tener en consideración: "Adíos corazón" (1957) de Héctor Sapelli con versiones de Gobbi-Landó, Gobbi-Del Río, Di Sarli-Florio,Salamanca-Guerrico y Pugliese-Maciel, entre otras en una composición de moda  por fines de los años cincuenta en el deprimido ambiente de la composición en el género.-
                    Lalo Etchegoncelay compuso los versos de Héctor Sapelli, ambos uruguayos de Montevideo, autores de otros tangos por aquellos años de la segunda mitad del siglo XX.-
                  En versos sencillos (los más difíciles a veces) entona "Adíos corazón/ te decían los muchachos/ adíos corazón/ aquel día dije yo./ Y comenzaste a sonreír/ porque la frase te agrado/ y por las calle te seguí/ diciendo así  con emoción/.... adíos corazón....avanza luego el piropeador "si usted quiere conversamos", se "turba" la niña y remata contestando "hasta mañana corazón"...( le dió bola filosofará el piropeador...)
              Es anécdota pero no termina bien la cosa, pasa ella de la mano de "otro amor" por esas callecitas porteñas (Buenos Aires o Montevideo) no despertando rencor ni despecho alguno al romántico tenorio callejero; sólo atina a agregar "Que nunca tengas que llorar/ que no conozcas el dolor/ y que en tus ojos  el amor/ viva radiante como hoy".-
              La época era proclive a situaciones como la descripta; hoy han cambiado referencias y gente, modelos y actitudes dando lugar a guarangadas con pretensión de piropo o requiebro amoroso, violencias extrema ante el rechazo o ausencia de la respuesta esperada.-
               Aquel tiempo no tan lejano no era tampoco un  lírico escenario de virtudes humanas; algunas cosas han cambiado en el sentido más negativo, que han permitido la aparición de propuestas totalizadoras, prohibicionistas y abolicionistas  (pretendidamente) del ejercicio de la palabra en su más básico proscenio: la calle, el trabajo, el sitio mas informal y desestructurado.- 
              Es probable que "todo pase" en éste vértigo de palabrerío, actitudes extremas y soberbias exuberantes.-mc
                   

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