miércoles, 23 de octubre de 2019

FUENTE DE LOS SAPITOS DEL PARQUE CHACABUCO.-

                             La famosa (por lo menos para nosotros) fuente de los sapitos del parque.- Sabemos fue el célebre paisajista Carlos Thays (1849-1934) francés de origen quien diseño el parque Chacabuco, como muchos de los parques y plazas porteñas.- 
                     Yendo a la fuente famosa (mucho más al haber sido "deglutida" por la autopista que se levanta sobre una porción del parque) y con el aporte que vemos, un colage de algunas imágenes disponibles en internet, repasamos un poco de lo que sabemos al respecto.- 
               En las dos imágenes superiores, y en la inferior izquierda vemos en común en las tres una estatua en el centro de una fuente circular; era el centro de la fuente en si, se prolongaba de forma recta en una extensión de 45 metros y con unos bloques (2) de cemento cuadrados sobre la fuente que eran cuidadosamente traspuestos ( a los saltos) por los pibes aquellos del remoto (tampoco tanto).- La figura de bronce miraba  hacia av. Eva Perón (antes av Del Trabajo), y era un desnudo ("Adolescencia" el nombre de la obra)realizado por el escultor Vicente Roselli, comprada por la municipalidad en 1928,con una altura de 1,69 mts, y con ancho de 0,53 a 0,83 cms, y que fue removida al realizarse la autopista  y trasladada  a depósito municipal, luego se instala en la plaza Campaña del Desierto) de donde fue robada en setiembre de 1991, tuvo y tiene (aquella figura)  de insospechada trascendencia hasta hoy, potenciada esa historia por como terminó, desaparecida.-En otra imagen del colage se observa uno de los "sapitos" de bronce entre tantos que echaban agua hacia la fuente  despertando admiración a aquellos pibitos que los usaban para refrescarse, bebiendo del agua que brotaba fresca y generosa, acomodando la boca sobre el bronce inofensivo e hincándose sobre el borde de la fuente afirmándose  al firme grifo con forma de amigable sapito.-
                    Alcanzan a divisarse unas breves escalinatas de tres niveles que comunicaban con el resto del paseo, donde se levantaban glorietas como vemos (algunas de las cuales existen aún)y canteros con rosales de variadas tonalidades).-
                  La extensa fuente tenía no más de 40 cms. de profundidad, y era abordada por los pibes (algunos) los mediodías y tardes de intenso calor.-los caminitos alrededor de la fuente tenían una cobertura porosa de polvillo, sin asfalto ni mosaicos; junto a la fuente en su tramo circular había un pequeño pedestal con un reloj de sol; era un triángulo de bronce fijado vertical sobre una loseta pequeña, donde el sol dibujaba una sombra sobre una especie de cuadrante circular de un reloj.- Y daba la hora sin energía más que aquella máxima representada por el mismísimo sol.- 
                       En la primera imagen, sobre su ángulo izquierdo se observan dos arcos seguramente metálicos que serían soporte de enredaderas y una breve escalinata donde era habitual sacarse fotos por parte de los visitantes al paseo.- La imagen humana en el centro de la parte circular de la fuente le otorga al conjunto una especial armonía y admirable belleza.- Todo se lo llevó el supuesto progreso que en nombre de si mismo bien podría haber evitado la destrucción de aquella mitica fuente de los sapitos.- continuará.-mc
Nota: Ausa, la empresa española adjudicataria de las obras diseñadas a principios de los 70, decidida su construcción en 1976, comenxada en 1978 e inauguradas ambas, la Perito Moreno y la 25 de mayo en diciembre de 1980, provocó no pocas polémicas y divergencias que aún perduran.-mc

6 comentarios:

  1. Todos los niños que visitábamos el Parque disfrutábamos caminando sobre el borde de la Fuente de los Sapitos y saltando de bloque en bloque de cemento que las cruzaban, para el horror de los mayores que nos acompañaban y temían que termináramos cayendo en la fuente y arruinándonos los hermosos vestidos hasta almidonados o los elegantes conjuntos de camisa y pantalón de los varones.
    Nuestra aventura nos hacía sentir como esos avezados equilibristas que veíamos cruzando a la altura del techo de los circos y poniendo, con extremo cuidado, un pie delante del otro sobre esa fina cuerda de acero que los sostenía.
    Vaya a saber dónde habrán ido a parar esos bellísimos sapitos de bronce reluciente cuyos chorros de agua no cesaban de lanzar agua a bastante distancia y presión.
    Cuánto de nuestra niñez se demolió con la indolencia de quiénes ninguna importancia le dieron a tan bella construcción, como para ni siquiera trasladarla a otro sitio del mismo parque en su original diseño.
    La última construcción de una fuente menor que se hizo con sapitos de cemento pintados es sólo un burdo remedo de tan valioso recuerdo.

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    1. Lindo recuerdo, preclaro comentario..donde quedaron los auténticos sapitso de bronce...los actuales en la mínima fuente, son una burla a los recuerdos de aquellos pibitoa del ayer.-

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  2. La "modernidad" construye sobre nuestros recuerdos.

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  3. Si los argentinos seguimos dejando esfumarse nuestras tradiciones sin decir nada, terminaremos por desaparecer como pueblo sin darnos cuenta.

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