martes, 17 de marzo de 2020

TURF Y TANGO: ¿POR QUÉ LE HABRÁN PUESTO CABALLOS? y BAJAME LA CAÑA, CARLOS.."

                          El turf en la Argentina durante el siglo XX, su relación con el tango y la porteñidad, originaron una cultura particular y específica, importante y observable.-
                     Entrados al siglo XXI es todo muy distinto; los hipódromos no son ni generan lo que en la  centuria anterior.-Hoy los sitios de concurrencia del aficionado  mayoritariamente son las agencia hípicas, se juega on line y a través de medios inimaginables hasta hace poco tiempo, medios y métodos renovados de continuo sin solución de continuidad; los hipódromos sirven de escenario a eventos diversos como recitales varios, fiestas segmentadas y hasta para fastuosos casamientos y agasajos impensados hasta no hace mucho.-
                   Aquel burrero clásico, rumbeando a Palermo con algunos pesos y muchos sueños, con datos frescos y corazonadas,  con la revista de programas en el bolsillo lateral del saco, ese burrero es un cliché inhallable en las calles porteñas.- 
                Las fijas, elemento esencial en la cultura turfística y burrera del aficionado: el dato que llegaba a sus oídos preanunciando la victoria de un determinado caballo; se echaban a correr historias que abonaban la calidad del dato, que el cuidador, que el padrillo, que el jockey, que el dueño, cantidad de datos tendientes a convencer al destinatario del dato de las certezas que luego se confirmarán (o no) a la hora de la verdad, la carrera; un inmenso libreto con textos de varios autores, la certeza o no que desataría luego alegrías o pesares; el dato obraba (también hoy) como motor de la pasión del burrero, de sus aciertos y frustraciones.-
                 El tango subsiste en formas variadas, pero, hay un dato incontrastable, no hay tangos burreros de 50 años a hoy; o falta inspiración o cambió esa fuente de personajes y situaciones que habían creado un rubro con firmeza y repercusión.- 
                 Es tan simple decir todo cambió, distinto encontrar algunas puntas siquiera para saber de esos cambios.-
El turf y el tango son otros y no tienen esa vinculación de antaño; a manera de epílogo de éstas líneas veamos algunos signos perennes de aquel maridaje que tanto dió a la porteñidad y hoy son sólo recuerdos; por eso tienen su valor también, por las marcas reconocibles y para divulgar entre quienes por una cuestión de edad no llegaron a conocer ,u otros a ponderar en su adecuada medida.-
                    No hay en la letrística tanguera que yo sepa alguna referencia a las revistas de turf que completaban la jornada burrera del aficionado a los chuchos.- Eran por los años dorados de la actividad las revistas "Palermo" y "La fija", competidoras entre si, dos ediciones semanales cada una, la blanca y la rosa la primera, la verde y la rosa "La fija"; además de ediciones especiales.- Tenían un publico masivo y fiel que las adquiría en alrededores del hipódromo previo a ingresar al hipódromo; se vendían a raudales y a voz en cuello en las inmediaciones, un clásico el "muchachos, la verde..." o la rosa o blanca.....finalizada la reunión lucían pilas de revistas retorcidas y manoseadas, usadas como "papelitos" o rotas descargando nervios y frustración esparcidos a merced del viento sobre la avenida del Libertador.- Se veía al burrero entrar y permanecer en el  circo palermitano con la revista doblada en el bolsillo lateral del saco del aficionado trajeado y "endomingado" ese día.- Constaban estas revistas del programa completo de carreras, participantes, aprontes de la semana, estadísticas,
 con la parentela del equino, sus últimas hazañas y casi un jueguito: candidato, enemigo y sorpresa de cada carrera; casi una biblia profana sólo para afrontar esa reunión, luego ilusiones y revistas, bueh...ya hablamos del tema.- Los diarios dedicaban generoso espacio a las carreras,con el programa del día, más fotos de los candidatos y cuidadores.- Luego, al otro día las fotos de cada carrera y todos los datos para "la cátedra" del café.- 
                     Otro elemento útil, los cronistas de turf fueron institución en algún momento en radio y t.- Llegaba tanto ls identificación con la actividad turfística que uno de ellos, muy popular en los medios, ostentaba el nombre de un caballo exitoso en algún momento, Mineral era el nombre de ambos, equino y cronista,-
                  En radio, tv y teatros de revistas abundaban los personajes típicos del hipódromo representando escenas de humor, parodia o alguna dramaturgia pasajera y leve.- Programas radiales de estirpe porteña con personajes de la fauna popular eran frecuentes y exitosos.-Uno de ellos era "Calle Corrientes", revista radial sabatina con  desfile de personajes de la fauna de la avenida de marras, creado, escrito y dirigido por RG, Roberto Gil, donde se mentaba el Hipocementerio porteño, no otro que el hipódromo de Palermo.- Desfilaban grandes actores como Miguel Ligero,Inda Ledesma ,Guido Gorgatti, Fidel Pintos, Chela Ruiz, Jun Carlos Altavista, Norberto de la Riestra, y tantos.-
                Las bebidas alcohólicas tuvieron su rol también.- La popular Legui, dentro del rubro de caña quemada aportó a la imagen cercana del masivo consumidor en épocas de esplendor del café-bar porteño, con el turf y un personaje, don Ireneo Leguisamo, jockey de primera línea, nacido en Uruguay y amigo de Gardel que tuvo su tango insigne bien tempranamente en 1925, santificado con la versión del polifacético cantor criado y formado como persona y profesional en el porteño barrio del Abasto.- Allá por los años 60 también apareció una bebida semejante a la "Legui" pero con el nombre de "Carlos Gardel".-Muy festejado su slogan, aparece una botella de la "Gardel" y una voz femenina con la insinuación imaginada exclama .."bajame la caña, Carlos"-
               En el caso de la "Legui", apócope de Leguisamo, hacía principios de la años 60 una muy creativa campaña publicitaria mostraba la botella y en ella la etiqueta donde se observan unos jockeys en una pista de turf, y una voz femenina con acento extranjero inquiriendo con un dejo de inocencia y picardía: "por qué le habrán puesto caballos...??" el éxito fue arrollador para un productos preexistente pero revalorizado con récord de ventas.-
                  Siempre se mencionó el clima pacífico del turf, contrario al conocido del futbol; varones y damas jugaban su suerte y conocimiento, ganando o no, cada uno en lo suyo.-
                  De aquel hipódromo creado a imagen de los europeos, donde canalizaba su pasión y conocimiento el aristócrata de los años 80 y subsiguientes del siglo XIX, donde socializaban, donde ocupaban horas de recreación y bienestar pasamos a la preeminencia del hipódromo de los sectores populares producto de las migraciones interna y externa; fueron tiempos de transformación y nuevos protagonismos con la incorporación de esas masas a la política y al poder; el Jockey Club seguía administrando y marcando tendencia y dirección del turf.- El país creció en pocas décadas de manera exponencial en sus incorporación al mercado mundial, las guerras mundiales marcaron cambios de timón también en el país y el turf sobrevive bajo nuevas formas, el tango otro tanto y si se quiere desconectado de aquel fenómeno que los unió, siguieron cada uno sus caminos, ya no paralelos ni imbricados como caracterizamos en algún momento.- El turf fue uno, el tango recorrió otros senderos.-
                       Surgieron otras plazas turfísticas: el turf regional anima pistas y valores con otros presupuestos, ligado al negocio de la producción y competencia y con un público propio en distintas plazas de la Argentina.-
                      Parafraseando al título de éste capítulo al inquirir "por que le habrán puesto caballos"?,  preguntaríamos "por que le habrán puesto tangos" ? a cada toma fílmica de gran premio y a cada carrera común?, por qué?...la respuesta la hemos esbozado hasta aquí en estas líneas, la unión como pocas de una actividad deportiva con nuestro tango de siempre.- Pero eso fue ayer, hoy son otros uno y otro.-mc
FIN.-
                
                    


No hay comentarios:

Publicar un comentario