jueves, 4 de enero de 2024

SOCIO-OJÍMETRO: PIECITAS DEL FONDO EN ALGÚN INQUILINATO.- NOTA ONCE.-


                                          Son memorables las historias de "aquellos refugios" que abundaron en la ciudad en algún tiempo y obviamente en nuestro barrio de Parque Chacabuco.- La letrística tanguera abunda en citas e historias referidas a esas piecitas llamadas allí bulin, o más modernamente bulo.-

                         En ciertas casas de familia, abundantes en pequeños ambientes había alguna piecita "de huespedes", amigos o familiares que necesitaban pernoctar por alguna u otra razón fuera de su domicilio.-

                       El barrio tuvo una importante cantidad de los llamados "conventillos", casas de ciertas dimensiones que habían pasado de moda, o quedado anticuadas y eran dedicadas a alquiler de sus múltiples ambientes.- 

                        El potencial cliente era el migrante interno y el migrante del exterior.- Cuando la explosión de la llegada de nutridas oleadas inmigratorias provenientes de Europa la capacidad  de alojamiento se vió holgadamente rebasada y durante decenios.- Pensemos que las oleadas inmigratorias comenzaron hacia 1860 y alcanzaron su apogeo hacia la veintena de  1900 a1920.- El migrante del interior también fue un habitué de los conventillos, sucvesivas oleadas del interior del país en procesos económico-sociales lanzaron decenas de miles de migrantes internos a la gran ciudad.-Las casas de antiguas familias que quedaban obsoletas fueron dedicadas al alquiler por piezas a los nuevos habitantes de la ciudad; éste fenómeno se extendió al conurbano sur especialmente, Avellaneda y Lanús tuvieron inquilinatos a la altura de los barrios más densamente poblados de la ciudad.- El proceso de renovación edilicia encontraba una última extracción rentística en la figura del viejo conventillo porteño.-

                      Se alquilaban por pieza generalmente, más alguna improvisada cocina, en casos compartida entre varios inquilinos, y el baño si, generalmente era uno para todos los habitantes.- Podemos sin esfuerzo imaginarnos el hacinamiento que significaba vivir en esas viviendas.- El tema es otro en éste caso.-

                    Entre tantas piezas y piecitas las había con un sólo morador.- En los fondos generalmente, construídas sobre terrenos libres en algunos caso y muy precariamente, con maderas y chapas de reciclaje en la mayoría de los casos.

                      Había jóvenes que vivían en otros sitios del barrios o la ciudad y alquilaban éstas piezas para ser utilizadas como "bulin" (aposento, cuarto, pieza, del italiano jergal bolin y bulin, relacionado con cama.- Según "Diccionario lunfardo" de José Gobello 1980.-).- El término está incorporado a nuestra lengua rioplatense.- Eran esas piezas arrendadas en conventillos o inquilinatos algo más formales por una persona, varón generalmente, y utilizada para reunirse con amigos y también en ocasiones con mujeres.- 

                    Las letras de tango son particularmente descriptivas de como funcionaban éstas locaciones en la ciudad de antaño.-

                  Todo el rosario de relaciones y situaciones imaginado que rodea la vida de los jóvenes caben en un bulin.- Allí se cantaba, se tomaba mate, se jugaba a las cartas, a los dados, se divertían, se amaba cuando cabía la ocasión.- El Tango "El bulin de la calle Ayacucho" podría situarse en la Buenos Aires hasta los años 70 en cualquier otro barrio de la urbe.-

                La misma caracterización podría hacerse para piezas en casas más formales habitada por una familia ampliada.- Alguna de ellas las clásicas casas chorizos donde habitaban familias ampliadas, con un jefe e hijos, donde se a medida que se casaban iban ocupando las piezas disponibles.-

                       La decadencia de éstas formas de convivencia llegó hacia fines de los años 60 e inicios de los 70.- Cuando las normas sobre alquileres variaron ostensiblemente y desaparecieron la gran mayoría de los viejos conventillos porteños, dando lugar a otras formas.-

                     Los bulines y los bulo ( palabra derivada de bulin, de uso más o menos reciente y no estudiada suficientemente), estos último referidos generalmente a departamentos más formales en edificios de departamentos; hay barrios (Monserrat. Boedo, San Cristóbal) donde abundan los "bulos", son departamentos comunes pero su diferencia nominal alude a ser utilizados para citas amorosas del titular o algún amigo.- Es de suponer que hoy mismo Parque Chacabuco cuenta con departamento en esa situación.- mc

Foto: frente de una planta superior en una antigua casona de la avenida Cobo.- Foto propia.-mc

                    

                          

                        

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