miércoles, 8 de enero de 2020

ZELARRAYAN VS PICHEUTA, HUBO UN MURO DE BERLIN Y UN SÓLO BARRIO.-

                                   Hubo un muro y contemporáneo al de Berlin, erigido éste en 1961 allá en el hemisferio norte en plena guerra fría; el nuestro fue anterior, por los años finales de la década del 1950.- Igual de feroz e injusto, separó por algunos pocos años a pibes del barrio con todo en común, menos la calle donde vivían.- Y la pertenencia a una calle era determinante entonces; cosa rara hoy cuando las pertenencias barriales y la cultura tanguística que la representaba y fomentaba está en franca desventaja.-
                                Fue aquella una guerrilla sorda e ignorada por padres y mayores que enfrentó a un grupo de pibes de Zelarrayán con otros pibes que vivían en Picheuta.-  Objetivamente era así la trifulca: Zelarrayán contaba con más "guerreros", más audaces, mejores futbolistas, y por afano más aliados mejor preparados con el  aporte de valores de las vecinas Centenera y Zañartú.- Picheuta eran tres gatos que recurrieron a valores del conventillo de Cobo, más algún aporte clave del pasaje Clemente Diez de Medina, entonces de tierra y zanjones y con multitudes al lado de la raída vanguardia picheutense ( vanguardia sólo por la ubicación limítrofe cercana a los "contrarios" de Zelarrayán).- Siempre hubo pica por la calle donde se vive y sufre, algo general en el Buenos Aires cada vez más pasado; medio incomprensible hoy, pero existió y fue así, además se denominaba "barrio" lo que era/es sólo una calle y  a veces sólo 100 metros o menos.-
                        El detonante fue el acopio de maderas y materiales ígneos para la gesta de San Pedro y San Pablo por finales de los años 50, empresa vecinal que culmina a fines de junio pero comienza con cada año.- Allí nacen los cimientos del encono y del muro, luego superado en fama dolor y vigencia por el de Berlín.- El encono era mayúsculo, o por lo menos se interpretaba de dicha manera.-
                      Cada uno juntaba sus materiales, hasta que a uno de ellos se le ocurrió atesorarlos a la vista del vecino y futuro enemigo  en los árboles del barrio; prolijamente acomodados y cruzados entre los troncos de sus respectivos paraísos, especie en común en ambas "comarcas" y burdamente camuflados entre ramas que se secaban prontamente en los saludables árboles, dejando al descubierto el preciado objetivo o botín a  rapiñar.-
                   Creció la tensión ante el inconveniente para aquellos chicos mandaderos o "dicemimamá" al  "hacer los mandados" ordenados por las jefas del hogar, las madres de los milicianos; sorprendidas por la tardanza en esos menesteres obligados a hacer amplios rodeos y caminos alternativos que evitaban pasar por "terreno enemigo".- Para ir, pongo mi caso, a la panadería deZelarrayán debía ir hasta José María Moreno, entrar por detrás, apurarme y volver por mismo camino con la tardanza que despertaba sospechas fundadas en casa, repicado el tema en cada casa aunque sin trascender más allá de un "donde fuiste?, había mucha gente?..y si....por eso tarde..."
                   PIcheuta provocó un salto tecnológico comentado aún entrado el siglo XXI; confeccionó escudos de protección con fondos de latas de dulce de batata, con una agarradera, un poco de coraje y al ataque, pareciera verlo, los dejamos avanzar en territorio propio, cuando se cebaron, zas¨¡, la contra,  pelamos las "municiones", y a piedrazos limpios y protegidos por nuestro escudos ante el estupor del adversario debieron retroceder en algunos casos casi hasta abajo de la cama de la pieza de sus viejos.."te voy a dar, manga de no sé que..." alcance/alcanzamos a vociferar entre vitores y alabanzas a la creación estrenada triunfalmente.- Al otro día comentábamos "todavía están corriendo, todavía..." así en capicua, como se estilaba entonces y en tono sobrador.- El campo de Marte fue la calle PIcheuta al 1900, mitad de cuadra, y todavía nadie colocó plaqueta o cita alguna de aquel evento extraordinario.- Lito, Pocho, Daniel, Juan Carlos y el dicente entre otros pocos, eramos los artífices de aquella tarde de gloria cuando estrenamos triunfalmente nuestras nuevas armas ante el sorprendido vecino que no atinó más que a huir entre lamentos, de admiración interpretamos, ante la nueva y sorprendente arma estratégica estrenada (los escudos de hojalata con agarraderas del mismo material...)
                       La tregua llegó para quedarse y el pacto de unión no podía ser otro que el celebrar la fogata de San Pedro y San Pablo juntos.- Gran acierto y logro en continuado, fueron algunos años, 4 ó 5 en que juntaron material juntos, se hicieron las fogatas alternadamente en Zelarrayán donde aún se ven algunos adoquines cascados, en Picheuta y en Cobo, eso si, nunca en la esquina, donde los faroles del alumbrado estarían a tiro de las llamas.-Contó éste ejemplo de unión y grandeza con la colaboración de los hermanos Esquivel, cuya familia tenía un taller mecánico en Cobo al 1300 mano impar y que sirvió de generoso depósito de los materiales a quemar en su momento.-
                      El encono se morigeró notablemente y continuó (la "guerra") como dijera Von Clausevvitz  por otros medios, el fútbol callejero, el desafío entre uno y otro "barrio".- Las diferencias eran abismales y favorables a Zelarrayán.- 
                             Una generación levemente anterior Zelarrayán contaba con dos infiernos, dos petizos imparables, como Messi pero por duplicado y jugándose todo ellos dos.-Eran el Titi y el Panza, vecinos de Zelarrayán al 1300, el Titi vivía con su  familia en un corralón que de a poco se transformaba en taller mecánico, y el Panza en una casa de inquilinato también con su familia.- Su sucesores eran más modestos pero igual de cracks.- Un partido ganado 12 a 0 y jugado en Zelarrayán con arcos cruzados y donde Picheuta registró una sola pelota de algo de riesgo a cargo del Tano Nicola, refuerzo de Cobo.- Ganaron caminando y cargándonos.-  Una vez en Picheuta ganamos para sorpresa de todos.- Arcos en plena calle, con ropa como postes y el inolvidable scorer de 3 a 2.- Empate en dos  entre los rivales del barrio, y toma la pelota el Tano Tonino, jugador no muy hábil y entre risotadas de los rivales, humilde y tesonero, entre cargadas y licencia que le permitían avanzar tímido pero seguro llego Tonino al arco contrario, gollllll y como la pelota era nuestra, era de Picheuta, decretamos el final de la justa, nos vamos entre gritos y reclamos, ganamos por primera y escandalosa oportunidad 3 a 2, quedó en la historia y traté de ser objetivo narrando las alternativas principales de aquel épico triunfo.- El desborde por aquel triunfo pareciera vivo aún hoy.-
                   Lolo, Calucho, el Gallego, Daniel y otros eran algunos de los pibes de Zelarrayán que de enemigos de cuadra a cuadra pasarían no mucho tiempo después a ser fieles y comprometidos amigos del clan de Picheuta.- Algunos de ellos tuvieron un destino amargo, murieron jóvenes en distintas circunstancias.- 
                   Estas historias y sus recuerdos son un tesoro que hemos repasado en su faz más temprana.- Ya de adultos pero jóvenes aún el torbellino de la historia  creó comprensión y lealtades, ese mismo torbellino se llevó a más de uno y definitivamente.-mc



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