jueves, 10 de marzo de 2016

DON FRANCISCO, EL COLCHONERO DE MI BARRIO DE PARQUE CHACABUCO.-

                 El progreso los barriò, el recuerdo los pone otra vez, simbolicamente, sobre sus màquinas yendo y viniendo, de arriba a abajo, de atràs hacia adelante meta cardar lana de colchones fresca en verano y tibia en invierno (asì es la lana, paradògica y casi màgica).- Cada barrio tuvo sus colchoneros, el del mìo se llamaba don Francisco, italiano del sur, vivìa en un pasaje cercano llamado Clemente Diez de Medina al 1300, a mitad de cuadra, en una zona copada por connacionales, sin pavimento y con zanjones orlados de verde intenso transportando todo lo imaginable.-
     Don Francisco vivìa con su esposa e hijos, tenìa su reglamentaria quintita al frente, trasponiendo un tapial, seguido de una hilera de piezas, las clàsicas casas chorizos.- La quintita un vergel, tomates pulposos de rozagante rojo, puerro, lechuga,zapallitos, un delirio de la naturaleza en color, salud y abundancia.-
       Arrancaba temprano el hombre a cardar y armar colchones en casa de sus clientes.- Mi madre puntual cada par de años le encargaba previa peleìta por el precio.-
     LLegaba antes de las 6 de la mañana.- Habia que levantarse y de mal humor reclamar "por què no viene otro dìa..." No faltaba el tanito.- Meta cardar pasando la lana sobre sobre una especie de clavos doblados, magicamente habrìa la lana y se tornaba voluminosa ,espumosa y brillante.- A veces la lavaba tambien; siempre renovaba el cotin o tela del colchon; hacia unas montañas espectaculares en el patio, luego comenzaba el llenado del futuro colchòn sobre unos bastidores que traìa sobre el hombro cuando llegaba a casa con su màquina y bien temprano.- 
     Flor de piola el tano, hacìa su par o mas colchones desde las 6 de la mañana, calladito solo aceptaba un cafè o mate cocido a las 9 cuando ya tenìa el trabajo bien adelantado; nada de chamuyo inconducente; antes de irse si, comentaba algo de actualidad, preguntaba sobre la familia, algùn comentario de la propia, cobraba y enfilaba antes de las 11 para su casa con la diaria bien hecha.-
        Nos dejaba en nuestro caso dos o tres colchones mullidos, bien altos, bien cosidos con "aguja e hilo de colchonero", un lujo, una pintura, cuando terminaba su trabajo, no habia mucho que agregar, el colchòn ,su trabajo hablaba por èl màs que mil palabras...con su jerga meridional enfilaba humilde como habia legado, con el bolsillo contento y la quintita esperandolo para darle otros regalos.-
     Hèroes estos trabajadores manuales a domicilio que llenaban nuestra niñez de asombro  y sorpresa; ejemplo de como se hace una familia/ un paìs  tambien con la ensordinada tenacidad del trabajo bien hecho y con amor.- Gracias don Francisco por haberlo conocido, gracias por el ejemplo de laboriosidad tan tìpico de una especie sino en extinciòn, si desvalorizada y ninguneada por dècadas.-
     Sirva el tema para reiterar algo dicho al pasar mas arriba:el colchòn y/o almohada de lana son  paradogicamente, aunque se supone lo contrario, frescos en verano y tibios en invierno.- Aùn lo comprueba diariamente.- Bueno , no sè la hora, pero me voy a recostar un poco.- Gracias por haber llegado hasta aqui.-mc

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