sábado, 3 de diciembre de 2016

PLOP Y TRINEO, CHICLES Y PASTILLAS BIEN A MANO.-

                            Las marcas en general son parte importante en nuestras vidas en comunidad y ligadas  fuertemente a etapas de la vida, son como un ancla de recuerdos y vivencias, punto de encuentro con coetáneos y perennes "instituciones" en la vida de una persona.-
    Las marcas de golosinas son tal vez las (marcas) primeras y más fuertes cuando niños; "Fruna", eran unos caramelos masticales que vendían de manera ambulatoria, según recuerdo, y en las largas colas en las paradas de colectivos por aquellos años cincuenta en Pompeya, por lo menos en mi caso.-
    "Renomé" era una marca de caramelos y pastillas medianamente populares; la recuerdo por estar su fábrica en Pompeya, en Cnel. Pagola a paso de La Plata (avenida).-
     Habia muchas marcas más, pero me detengo en los chicles "Plop" ("Bazzoka" era el lider) y en las pastillas "Trineo" y sus "Rellenitas" de la misma fábrica.- Por qué?.....
      La fábrica "Trineo" estaba por los años cincuenta y sesenta por lo menos, en Directorio (mano numeración par) entre Viel y Beauchef, es P. Chacabuco la zona (enfrete es Caballito).- Fábrica de dos plantas, luego hubo alli una marroquineria gigante (son tres lotes) con productos de exportación; luego, hoy mismo, un edificio de departamento mas bien lujosos y de alta gama (la manera de establecer diferencias hoy día....)
       Fabricaban en la Trineo los chicles "Plop" (segunda marca entonces) las pastillas "Trineo "y las "Rellenitas" ,una especie de tapas de  galletitas rectangulares con crema y bañada en chocolate, famosas entonces al promocionarse estruendosamente por tv (la blanco y negro de aquel tiempo).-Y con un nombre (rellenitas), por lo menos sugerente para preadolescentes..
       Las fábricas hoy son casi herméticas por variadas razones, más cuando producen productos alimenticios, esto era distinto: los "Plop" se elaboraban en la planta baja, con los portones abiertos y en base a hacerla mezcla de caucho, azúcar,colorantes y algún otro insumo en una tolvas que arrojaban una mezcla, se amasaba y la posterior pasada por una sobadora, buscando la mezcla óptima y el espesor adecuado para luego hacerla pasar por unos balancines que moldeaban los chicles individualmente en gran cantidad, para luego envasarlos en otra dependencia.- 
        Cual era nuestro accionar en procura de esos chicles?, entrar a la fábrica por el portón siempre abierto, pedir o directamente tomar de unos tachos limpios los pedazos de masa de chicle luego de pasar las planchas por una  sacabocados, alzarnos con esa preciada presa, eran varios kilos de masa de chicles guardándolos en nuestras carteras escolares (portafolios grandes y de cuero auténtico) e irnos saludando a los operarios que toleraban estas diabluras sin inconvenientes, solo algún grito alguna vez más para divertirse entre ellos.- Quienes eramos nosotros?, el galleguito (nacido en la hispana península) Manolito Arias, con quien retornábamos del  Colegio Calasanz en nuestra primaria, compartiendo parte del camino por Directorio hacia el parque (Chacabuco), y quien escribe, claro, que esperaría el colectivo que llegue primero: el 25, el 402 o el 135, que me depositaría a una cuadra de casa, e inundando aquellos mas bien pequeños micros con un tentador olor a chicles.- 
      De lo visto se desprendió el título...los "Plop" bien a mano, las pastillas no tanto..las "Rellenitas"..las veíamos por tv e inalcanzables en los quioscos, por un tiempo.-
             Chicles para todos en el barrio ,cuando caíamos con la carga de las planchas de "Plop" ....
     El objetivo eran las pastillas y las "Rellenitas" que elaboraban en las plantas superiores de la fábrica Trineo, imposible bajaran algo para nosotros(pedíamos..pero se reían los operarios...) y solo nos quedaba la chance remota de comprarlas en algún quiosco, algo esporádico aunque no imposible en aquellos tempranos tiempos de la escuela primaria por los cincuenta y principios de los sesenta.- 

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