"Virgencita de Pompeya" (subtitulado "Medallita de los pobres"), podría clasificarse como tango eclesiástico, o más objetivamente dentro del rubro temático de "tangos devotos".-
Letra del prolífico y multifacético Enrique Pedro Maroni ( Bragado 1897-Buenos Aires 1957), poeta, libretista y periodista en radio, comediógrafo y nombre clave en el desarrollo del tango en todas sus formas.- La música fue compuesta por Felix Scolati Almeida (Milan 1891-Buenos Aires 1964), pianista llegado de adolescente con su familia desde Milan (Italia), hombre del tango e investigador del folclore argentino y del latinoamericano.-
"Virgencita...." lo graba nada menos que Carlos Gardel, quien conoció y trato a los autores ampliamente, trabajando artisticamente con ambos en giras y presentaciones aquí y en el exterior.- Infaltable, el zorzal al comenzar la pieza transforma a su estilo la palabra Pompeya por Porrpeya.....licencia reiterada y sin igual del célebre juglar del tango.-
La imagen de la "Virgencita.. (se refiere a la medallita del título) la lleva el dicente (autodefiniéndose "malevo y compadre") en el pecho por imposición de su madre ("porque te colgó mi madre, defendiéndome del mal.."), siendo guía y protectora en la vida del personaje que reconoce la "ayuda" brindada por la Virgen en noches de "bohemio empedernido"; "Desde Palemo a Barracas, y de Puente Alsina a Pompeya", siempre aquella imagen lo acompañó y aún más, "cuantas veces descansaste (la medallita)/ sobre aquel pecho querido/ de una mujer que no olvido/ porque a tu lado palpitó".-
Pero lo original y curiosos de la narración tan sentida, íntima y personal es cuando aparece un nombre propio, un tal Pancho Almada.- "Y te acordás, virgencita/ la noche en que Pancho Almada/ me tiró una puñalada/ y le rompiste el facón...?".-
Una descripción que señala la devoción mariana en forma de milagro; un rasgo de religiosidad popular ajustado al tiempo (obra de un siglo de vida) y una forma no desdeñable cuando puede considerarse aún hoy una elíptica manera de interpretar hechos sin explicación racional.- La religiosidad se expresa en un amplio abanico de formas, cuya racionalidad más que inmiscuirse, se obvia por ser aquellas formas de expresión comprendidas desde lo cultural en la dimensión social, y desde lo psico-social en la dimensión individual.-mc
Foto: propia, de la Virgen de Pompeya en el atrio de la basílica en el barrio homónimo.-2016.- mc
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